Covid-19. ¿Por qué el nuevo escenario laboral requiere programas personalizados de salud?

El Programa de Retorno a la Actividad de las Empresas que ofrece las clínicas Blue Healthcare ofrece un plan diseñado por un prestigioso equipo de inmunólogos clínicos con el fin de favorecer una reincorporación racional de los trabajadores.

Brazaletes, pulseras o pasaportes víricos son algunos de los soportes que en los últimos días se comentan como posibles formas (más allá de los inconvenientes éticos que puedan suponer) de mostrar el estado de los trabajadores frente al Covid-19 en el progresivo retorno a la actividad laboral.

Sea como sea, lo cierto es que todas estas (y las que se nos puedan ocurrir) dependen del que realmente es el factor fundamental: la necesidad de realizar estudios previos que diagnostiquen con precisión la situación de cada persona.

Pero estos estudios no pueden limitarse a la realización de tests aislados, ya que tienen que ser capaces de aportar a las organizaciones información suficiente que permita cuidar la salud del trabajador (y su entorno familiar), de los compañeros y de establecer una racional incorporación al trabajo; además de incluir planes de seguimiento que actualicen continuamente la información.

Porque este es otro punto capital: el necesario seguimiento que se debe hacer de las personas. El Programa de Retorno a la Actividad de las Empresas que ofrece las clínicas Blue Healthcare, en Madrid, es uno de estos casos.

Se trata de un plan diseñado por un prestigioso equipo de inmunólogos clínicos con el fin de favorecer una reincorporación racional de los trabajadores.

Como explican desde el centro, “disminuye el riesgo de contagio para ellos y su entorno familiar, y que para una empresa tiene un impacto económico irrelevante en comparación con el alto ahorro a futuro que puede suponer si evitamos riesgos innecesarios de cara a posibles nuevas infecciones, posibles paralizaciones de actividad y costosos procesos de sustitución”.

Es un plan que cumple con las premisas mencionadas, ya que ofrece una detallada evaluación consistente en una prueba de presencia activa del virus al personal laboral (RT-PCR en secreción nasofaríngea), con la que se identifica a los trabajadores que en el momento del retorno a la actividad se encuentren con la enfermedad en proceso.

Se trata de un test de presencia de anticuerpos frente al virus SARS-Cov-2 (IgA o IgM e IgG), que va a informar de si la persona ha generado dichos anticuerpos y, en casos de resultado dudoso, de un test de confirmación con 4 antígenos del SARS-CoV-2 que evalúa la presencia de anticuerpos frente al virus mediante otra técnica y, por tanto, confirma que la persona haya pasado la enfermedad (con o sin síntomas) y que haya generado anticuerpos frente el mismo.

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Solo tras el resultado de estas pruebas -que han de realizarse con la prescripción e interpretación del especialista médico y de acuerdo con los protocolos de las autoridades sanitarias- se estará en condiciones de diseñar el reinicio de la actividad con las mayores garantías de seguridad, ya que se sabrá en cuál de estos tres grupos se encuentra cada persona:

· Trabajadores que han pasado la enfermedad y que están en disposición de integrarse a su puesto de trabajo cuando sea legalmente posible, siempre respetando las medidas de seguridad dictadas por las autoridades sanitarias hasta que se conozca con certeza la inmunidad a medio/largo plazo frente al virus.

· Trabajadores que no han pasado el virus y que, consecuentemente, son más susceptibles a infección. Estos trabajadores se podrían reintegrar al puesto de trabajo cuando las autoridades gubernamentales lo autoricen, pero con medidas de seguridad tanto de auto protección como de distanciamiento que la empresa pueda garantizar.

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· Trabajadores que se encuentran en algún punto del proceso de la enfermedad y que deben mantener su cuarentena en domicilio.

Este tipo de programas, que además ofrecen la posibilidad de realizar un seguimiento del diagnóstico del coronavirus en la empresa bajo supervisión médica, marcan el camino a seguir en un delicado proceso de reincorporación laboral del que todos somos responsables y que solo se puede acometer con el máximo rigor por el bien de trabajadores, empresas y de la actividad económica en general.

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