Diputación Huelva colabora en mejorar condiciones menores abandonados en Perú

El presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio Caraballo, y la directora del Casa-hogar 'Ana Almedro Rodríguez' de Puerto Maldonado (Perú), Pilar Navarro, han firmado una declaración de intenciones para la colaboración con la Asociación Santa Marta de apoyo a la infancia.

Dicha declaración expresa la voluntad de colaborar para mejorar las condiciones de vida de la infancia en situación de abandono de Puerto Maldonado en el Departamento de Madre de Dios en Perú, "así como aunar esfuerzos en el proyecto de la Casa-hogar Señor de los Milagros, dirigida a la atención de adolescentes en riesgo de exclusión social", ha informado la institución en un comunicado.

Pilar Navarro ha explicado que, siguiendo la petición de Cáritas-Perú, la Asociación Santa Marta quiere poner en marcha la Casa-hogar 'Señor de los Milagros' para 15 chicas adolescentes en situación de riesgo social y especial vulnerabilidad, en el departamento de Madre de Dios.

La cercanía de este departamento a la frontera con Bolivia, así como su condición de zona selvática, con una fuerte presencia de minería ilegal y ausencia del Estado, hacen del mismo una zona de especial dificultad.

Una alta cantidad de niñas y adolescentes se encuentra en una situación de abandono material y moral, con numerosos casos de abandono de los estudios, embarazos precoces, víctimas de violencia y abuso en el interior de sus hogares, tráfico y explotación sexual, principalmente orientado hacia las zonas de minería ilegal.

En el último trimestre del año está prevista la inauguración de la Casa-Hogar y la colaboración de la Diputación de Huelva estará destinada para el acondicionamiento (suelo, mobiliario, etcétera), apertura y funcionamiento durante un año de la Casa.

Junto al la construcción del nuevo hogar, la Asociación Santa Marta tiene como eje principal de trabajo la Casa-hogar 'Ana Almendro Rodríguez', antes llamado Hogar Santa Marta, que lleva 10 años de actividad.

El año pasado y tras haber pasado Ana Almendro Rodríguez sus últimos días como voluntaria en este centro en 2013, Pilar Navarro, su directora, propuso cambiarle el nombre a la casa-hogar en memoria de Ana.

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