El efecto 'todos contra Trump' reduce la ventaja del magnate sobre Ted Cruz
El plan de acción del partido republicano cala en los votantes y los sondeos ya detectan señales de desgaste en su candidatura
Donald Trump sigue ganando a lo grande, como a él le gusta, pero el Partido Republicano estudia los sondeos con más atención que una pitonisa los posos del café, en busca de una señal que le permita soñar con otro candidato presidencial que le represente en noviembre. Los expertos creen haber detectado señales de desgaste en la última encuesta de 'The Washington Post' y la cadena ABC, donde advierten márgenes más estrechos de lo que ha disfrutado el magnate en los últimos dos meses. Una señal de que el 'todos contra Trump' tiene su efecto.
Según ello, Trump cuenta con el apoyo fidedigno del 34% de los republicanos e independientes con tendencia republicana, pero el margen nacional que le saca a su siguiente rival, Ted Cruz, ha bajado de 16 puntos a 9. Cruz parece ser el que más se ha beneficiado de la retirada de otros aspirantes como Jeb Bush o Rand Paul y es el candidato con el que más republicanos se sentirían satisfechos, un 65%. Lo curioso es que más de la mitad le consideran alguien «deshonesto, que no entiende sus problemas, carece de la experiencia necesaria y no tiene ni la personalidad ni el temperamento para ser un presidente eficaz».
Eso explica por qué el senador Lindsey Graham cree que elegir entre Trump y Cruz es como elegir «entre morir de un tiro o envenenado». Graham, que sirve en el Comité de Servicios Armados en el Senado, se ha vuelto a poner en la diana de los ataques de Trump al escribir al jefe del Estado Mayor, el general Joseph Dunford, para preguntarle si cumpliría las órdenes de torturar que le diera un hipotético presidente Trump. Se desconoce su respuesta.
Dos de cada tres estadounidenses, según la encuesta de 'The Washington Post' y ABC, tienen una opinión desfavorable de Trump, pero ese margen aumenta significativamente entre las mujeres, lo que amenaza sus posibilidades en las generales de noviembre. Trump lidera entre el 44% de los hombres republicanos, pero sólo entre el 24% de las mujeres.
«Un fraude»
Eso valida los temores del excandidato presidencial Mitt Romney, que la semana pasada denunció al millonario neoyorquino como «un fraude». En vísperas de las primarias que celebraron ayer Michigan, Mississippi, Idaho y Hawai, los votantes republicanos recibieron en casa una llamada del exgobenador y excandidato convertido en patriarca del partido. «Mañana (por ayer) tienes la oportunidad de votar por el nominado a la presidencia», decía en una grabación. «Si elegimos a Donald Trump estoy convencido de que nuestras perspectivas de un futuro próspero y un mundo seguro se reducirán sustancialmente. Y estoy convencido de que Donald Trump perdería contra Hillary Clinton».
La operación de llamadas automatizadas está financiada mayormente por la campaña del senador Marco Rubio, pero una parte de las que sonaron en Michigan venían financiadas por el gobernador de Ohio, John Kasich, que también mantiene sus aspiraciones presidenciales.
No todos comparten la opción nuclear de Romney para destruir a Trump, temerosos de que eso acabe también con las posibilidades de recuperar la Casa Blanca en noviembre. El expresidente de la Asociación de Gobernadores Republicanos Fred Malek advirtió ayer que Romney le está dando munición al enemigo y, por mucho que deteste los niveles de vulgaridad que Trump ha traído al partido de Reagan, «si es el candidato más votado tendremos que unirnos tras él».