Tánger atrae cada vez a más empresas españolas
La región marroquí de Tánger, en el extremo norte del país, atrae cada vez a más empresas españolas que no[…]
La región marroquí de Tánger, en el extremo norte del país, atrae cada vez a más empresas españolas que no dudan en establecerse en esta ciudad convertida en pocos años en una plataforma logística e industrial puntera en África.
La última en llegar ha sido la empresa valenciana Friopuerto, del Grupo Romeu, que hoy inauguró en el puerto de Tanger-Med una planta de frío industrial de casi 6.000 metros cuadrados que servirá para el almacenamiento en condiciones óptimas de los productos hortofrutícolas marroquíes.
El proyecto, en el que Romeu se asoció con un grupo local, ha necesitado una inversión de siete millones de euros, de los que la mitad han sido financiados por la agencia de cooperación estadounidense Usaid, en una clara muestra de apoyo al sector agrícola y agroindustrial marroquí.
A la inauguración asistieron dos ministros marroquíes, el de Agricultura, Aziz Ajanuch, y el de Equipamiento y Obras Públicas, Aziz Rabah, además del embajador estadounidense en Rabat, el cónsul de España en Tánger y el presidente del grupo Romeu, Francisco Romeu.
El pasado mes de enero, otra empresa española, Europac (Papeles y cartones de Europa), inauguró también en Tánger una "fábrica integrada de embalaje" con ambición de producir 100 millones de metros cuadrados de cartón ondulado al año, y que necesitó una inversión de 30 millones de euros
El caso de Europac, como explica la directora de la Cámara de Comercio española en Tánger, Amal Boussouf, es significativo: primero se establecieron en la Zona Franca de Tánger para proveer embalajes a la fábrica de Renault-Dacia, auténtico motor económico de la región.
Al comprobar que el entorno es seguro desde todos los puntos de vista -recuerda Boussouf- abandonaron la Zona Franca y se instalaron en la Ciudad del Automóvil de Tánger, desde donde tienen en su punto de mira, al igual que Friopuerto, al pujante sector hortofrutícola de Marruecos, sin olvidar el del automóvil, primera industria del país.
Ha sido precisamente la industria del automóvil la que atrajo a Tánger a una de las empresas españolas que más temprano apostaron por esta región: el Grupo burgalés Antolín, especializado en componentes del automóvil que ya cuenta desde 2014 con dos fábricas en Marruecos con las que surte a la planta de montaje de Renault pero también a plantas similares en España.
Es decir, la construcción del puerto de Tanger-Med, cuya primera fase se inauguró en 2007, más la de la planta de Renault, que entró en funcionamiento en 2012, han supuesto las dos patas sobre las que está creciendo todo el sector industrial tangerino: la automoción y la logística, que han dado el "tirón" a otros sectores auxiliares.
No es casual que anualmente se celebren en Tánger dos foros empresariales hispano-marroquíes, uno dedicado a la automoción y otro a la logística, ambos con varias ediciones a sus espaldas.
Boussouf asegura que hay unas 300 empresas españolas radicadas actualmente en la región de Tánger, que han ido llegando atraídas por las distintas ventajas: fiscales, laborales (mano de obra más barata que en Europa) y sobre todo geográfica, pues Tánger se encuentra a una hora de España para un camión o 24 horas para un barco.
Si además se tiene en cuenta la posibilidad de producir para Marruecos o exportar hacia el sur, Tánger está conectada con la red de autopistas marroquíes que conecta todas las grandes ciudades del país, además del tren (que pronto incluirá un tren de alta velocidad) y de un aeropuerto internacional.
Pero la "joya de la corona" es sin duda en puerto de Tanger Med, que quiere disputar a Algeciras la primacía del Estrecho en lo que respecta al tráfico de contenedores: en 2014 transitaron por sus muelles 3 millones de contenedores, una cifra aún por debajo de los 4,5 millones de Algeciras pero que crece a un ritmo tres veces mayor.
Además del puerto, distante 50 kilómetros de Tánger, la propia ciudad se encuentra en un estado de mutación desde hace dos años, con la construcción de marinas de placer, teatros, plazas, hospitales, avenidas de circunvalación, túneles y estadios, unos proyectos para los que las autoridades tangerinas quieren contar con las empresas españolas.