Castilla y León crecerá menos, pero de forma estable en el 2017
La economía de Castilla y León frenará su crecimiento para el 2017, pero mantendrá una proyección estable, según el último[…]
La economía de Castilla y León frenará su crecimiento para el 2017, pero mantendrá una proyección estable, según el último informe del Observatorio Económico de Castilla y León, donde se detalla una revisión a la baja del PIB de la Comunidad para este año, que se situará en torno al 2,3 por ciento.
En una rueda de prensa ofrecida esta mañana en Valladolid, el presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Juan Carlos de Margarida, ha asegurado que este estancamiento en el crecimiento del Producto Interior Bruto es "normal" y que no es sintomático de "nada malo", ya que "lo importante es crecer".
Una economía que no se caracteriza por su linealidad, sino que, en ocasiones, es necesario "decrecer un poco para luego repuntar con más fuerza", algo que desde el Colegio de Economistas creen que ocurrirá ya en los próximos años.
Años venideros que están marcados por los acontecimientos internacionales, como las medidas adoptadas por los Gobiernos de Estados Unidos y China o las próximas elecciones en Francia y Alemania, que pueden tener efectos "muy negativos" en la economía de España y de Castilla y León.
Acontecimientos que no están desligados de las medidas "más proteccionistas" que adoptará la propia Unión Europea para frenar esta "guerra económica" que mantienen las dos principales potencias del mundo y que llevarán a Mario Draghi a "retirar las medidas de estímulo económico".
Esto podría traducirse en el aumento de los tipos de interés y a la llegada de "nuevos recortes", aunque Margarida ha asegurado que lo "más seguro" es que estos no lleguen para este año.
Una economía mundial de la que no está exenta Castilla y León que ha registró el último cuatrimestre del año algunos datos "positivos", como el aumento del PIB, la disminución del paro o el aumento de exportaciones y otros negativos como el aumento de la deuda pública y de la despoblación y la disminución de autónomos.
En cuanto a los datos positivos registrados en los últimos tres meses del curso pasado, la variación interanual del paro del cuatrimestre del 2016 respecto al de 2015 estima una bajada del 15,76 por ciento en el número de desempleados, aunque respecto al tercer trimestre del 2016, se registró un aumento del 6,47%.
Estos datos tuvieron también su impacto en el número de afiliados a la Seguridad Social, que en diciembre de 2016 ascendieron a 64.022 personas, un 4,43 por ciento superior al pasado año, aunque la mayor parte de los contratos han sido temporales, en más de un 92%.
La temporalidad es una de las "tareas pendientes" de la economía en Castilla y León, aunque en algunos sectores, como el agrícola, se está dando un "cambio de tendencia" y el 38 por ciento de los trabajadores temporales han pasado a ser indefinidos, algo que debe extenderse a otros sectores, pues el consumo aumenta a medida que los trabajadores tienen "más estabilidad laboral".
Consumo que vendrá marcado por un "aumento de los precios", algo "positivo", ya que esto reportará "mayores beneficios" a las empresas, que podrán invertir este capital en una "mayor producción y en personal", con lo que se "cerrará el círculo" y el aumento de precios tendrá su efecto positivo en las familias, ha explicado.
Familias que verán sus salarios "congelados" o que aumentarán de forma "muy cautelosa", algo, en cierto modo, "positivo" también, ya que el aumento de salarios "únicamente" debe ir acorde con un aumento de la "productividad" de las empresas.
En cuanto algunos datos negativos del balance cuatrimestral, el presidente ha incidido en lo negativo que es para la economía contar una gran cantidad de población inactiva y envejecida en la Comunidad, que va en "aumento" y ante la que hay que llevar a cabo medidas "urgentes".
Asimismo, también ha incidido en el dato negativo de la disminución del número de autónomos en la Comunidad, una tendencia que se está agravando en estos tres meses de 2017, algo que también afectó al número de empresas que hay en Castilla y León, que entre 2012 e inicios de 2016 se han perdido 3.630 empresas en la Comunidad, aunque la tendencia también "está cambiando".
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