Brexit: ¿Todo bien, si termina en prorroga?
El estancamiento de la negociación para desbloquear el Brexit aumenta las posibilidades de que Reino Unido acabe suavizando su salida[…]
El estancamiento de la negociación para desbloquear el Brexit aumenta las posibilidades de que Reino Unido acabe suavizando su salida de la Unión Europea. De hecho las conversaciones esta semana entre las delegaciones comunitaria y británica complican la aprobación del acuerdo en la segunda y supuestamente definitiva votación el martes en Westminster, que dejaría el proceso en manos de un Parlamento en el que la ruptura blanda es la apuesta dominante.
Así y aunque no necesariamente refleja el sentimiento actual (1 de marzo de 2019) el sitio web de apuestas PredictIt estima un 77% de probabilidades de que no habrá Brexit oficial el 29 de Marzo. De momento la disminución de probabilidades de "no-acuerdo" el 29 de marzo favorece el tipo de cambio de la libra esterlina. Pero si hay prórroga el Reino Unido volverá a enfrentarse a la posibilidad de "no acuerdo". Así que la actividad económica probablemente se vea afectada y con ello la libra. Eso sí, a medio plazo, prevemos un escenario de Brexit "suave" que debe proporcionar apoyo a la libra esterlina.
El caso es que a medida que el plazo se acerca hay señales (¡ finalmente!) de cambio. Theresa May ha aceptado la idea de prórroga, en su caso sometida a votación el 14 de marzo (si el acuerdo Brexit vuelve a fracasar en la votación el 12 de marzo). Por su parte el líder laborista Jeremy Corbyn ha confirmado su respaldo a un nuevo referéndum (en lugar de nuevas elecciones) en línea con su partido.
Donde no ha hay mucho cambio es en el acuerdo de salida, dadas las líneas rojas de la UE -ni siquiera en qué medida unos añadidos técnicos al acuerdo, incluido límite de tiempo en la provisión "backstop", pueden tener peso legal.
Así que es probable una prórroga hasta finales de junio. Es el punto de menor resistencia en un Parlamento dividido. Ello implica incertidumbre, pues puede no proporcionar tiempo suficiente para ajustar los aspectos jurídicos del acuerdo de divorcio, así como dolor para los europeos, que tienen elecciones al Parlamento de la UE en mayo. Algunos funcionarios de la UE preferirían una ampliación de dos años y otros no prolongar demasiado la incertidumbre. En cualquier caso la prórroga aumenta las probabilidades de nuevo acuerdo con vínculos comerciales más estrechos, como una Unión aduanera, lo que muchos funcionarios europeos en Bruselas favorecen. Además la extensión puede utilizarse para un nuevo referéndum o elecciones. Algunos diputados Tory pueden finalmente favorecerlo si no hay otra manera de romper el estancamiento. De todas formas que un referéndum presenta problemas importantes, incluida la formulación de la pregunta, en un Parlamento dividido intentando descifrar el "verdadero significado" de lo que la gente expresa.
Lo que no es probable es que se prolongue el plazo más allá del 1 de julio, cuando se creará el nuevo Parlamento de la UE. Así que seguiría existiendo riesgo de "no acuerdo".
En cualquier caso la extensión puede infligir más daño a la una ya debilitada economía del Reino Unido, cuyo crecimiento del PIB ha bajado al 1,3% anual el último trimestre, con la inversión en territorio negativo en tres de cuatro trimestres, hasta mínimos desde 2013. Su última encuesta PMI manufacturera se ha debilitado a 52, mejor que en algunos países de la UE (en Alemania 47,6), pero en tendencia descendente los últimos meses, apuntando a menor crecimiento. Eso sí, la extensión hace menos probable la subida de tipos de interés este verano por parte del Banco de Inglaterra.
Thomas Costerg y Luc Luyet, economistas de Pictet WM.