S&P ve fusiones bancarias en España pero entre las entidades de menor tamaño
La agencia de medición de riesgos Standard % Poor's no descarta que haya fusiones bancarias en España este año, si[…]
La agencia de medición de riesgos Standard % Poor's no descarta que haya fusiones bancarias en España este año, si bien lo limita a operaciones entre las entidades de menor tamaño, que son las que más beneficios pueden obtener en términos de eficacia y rentabilidad.
Y es que la rentabilidad es el principal problema de la banca española, ha dicho hoy la directora de instituciones financieras de S&P, Elena Iparaguirre, durante la presentación de un informe sobre las perspectivas del sector en España.
Las operaciones de consolidación interesan sobre todo a los bancos medianos y pequeños, ya que las más grandes "tienen otras oportunidades de inversión"; además, no se prevén grandes avances en los procesos de privatización de Bankia y BMN hasta que se aclare el contexto político.
Así, S&P no descarta que se produzcan operaciones en las que podrían participar Unicaja, Ibercaja, Bankinter, Kutxabank, Abanca, Liberbank y BMN, y deja para mejor ocasión operaciones internacionales.
Las tres entidades de mayor tamaño -Santander, BBVA y Caixabank-, cuentan con un negocio diversificado internacionalmente, e incluso esta última, cuyo negocio es eminentemente doméstico, cuenta con un fuerte valor de franquicia y todavía "tiene que sacarle más rentabilidad a su negocio", para lo cual cuenta con un plan estratégico "sensato".
El Popular, por su parte, al que hay que reconocerle que no ha recibido ayudas públicas, cuenta con un rating "relativamente bajo y no tiene solidez suficiente para comprar", y ha ido ligeramente "por detrás de otros en el reconocimiento de sus problemas.
En términos generales, señala Iparaguirre, la banca española tiene un problema de rentabilidad, menor que la de sus competidores europeos, aunque S&P prevé que puede empezar a mejorar debido a las menores necesidades de provisiones; no obstante, soportarán mucha presión en los ingresos y en los márgenes.
Pero seguirán reduciendo a buen ritmo sus activos problemáticos, debido a la mejora del contexto macroeconómico, tanto de créditos morosos como del ladrillo, y se reducirá también la entrada en sus balances de nuevos activos de este tipo.
Sin datos definitivos, S&P ha calculado que la banca española redujo en 2015 sus activos problemáticos en unos 35.000 millones de euros; tras caer al 16,5 % el pasado año, su porcentaje sobre el total de activos se situará este año en el 14 %, y en 2017 puede situarse en el 11 %.
A mediados de 2015, estos activos sumaban aproximadamente 235.000 millones de euros.
Por lo que respecta al ROE -rentabilidad sobre recursos propios-, S&P estima que tras situarse en 2015 en torno al 4,8 % y el % %, este año subirá ligeramente hasta situarse en el 5,2 % y el 5,5 %, muy por debajo de los costes de capital, que para aproximadamente un 40 % de las entidades oscila entre el 8 % y el 10 % y para otro 40 % entre el 10 % y el 12 %, este último parámetro el que prefiere la Autoridad Bancaria Europea (EBA).
La banca española, explica Iparaguirre, puede mejorar algo su capital por generación interna, pero en una medida pequeña, "marginal", unos 25 puntos básicos.
Hasta finales de año no se prevén grandes volúmenes de emisiones, a falta de conocerse los requisitos de una deuda "intermedia", a medio camino entre la senior y la subordinada.