Nueva normativa exige a empresas contabilizar los costes futuros del alquiler
Una nueva norma anunciada hoy por el Consejo Internacional de Estándares Contables (IASB, en inglés), que sienta las bases de[…]
Una nueva norma anunciada hoy por el Consejo Internacional de Estándares Contables (IASB, en inglés), que sienta las bases de la contabilidad financiera en Europa, obligará a las empresas a incluir en sus cuentas de resultados el coste futuro de los contratos de alquiler.
El IASB informó en un comunicado de la introducción de este nuevo estándar, llamado "IFRS Leases", que situará la contabilidad sobre alquileres "en el siglo XXI" y favorecerá "una muy necesaria transparencia", según el presidente, Hans Hoogervorst.
El nuevo estándar, que también prevén introducir los reguladores estadounidenses, entrará en vigor el 1 de enero de 2019, aunque las empresas que lo deseen podrán aplicarlo antes, señaló el organismo.
Este cambio, que se incorpora tras muchas negociaciones y consultas con las partes implicadas, significa que las compañías deberán incluir en sus balances el coste futuro de los contratos de alquiler de sus activos operativos, lo que incrementará su previsión de deuda.
Según un análisis del IASB, una fundación privada sin ánimo de lucro con sede en Londres, las sociedades cotizadas que emplean sus criterios contables o los estadounidenses tendrían alrededor de 3,3 billones de dólares de obligaciones de alquiler, de las cuales más de un 85 % no aparecen en sus hojas de balance.
Con la aplicación de la nueva norma, la deuda reconocida en los estados financieros de estas empresas aumentaría en unos 2,9 billones de dólares.
Hasta ahora, la mayoría de compañías reflejaban en sus cuentas solo los gastos de arrendamiento del ejercicio y al final de su informe incluían una estimación de los pagos futuros.
Pero este sistema "algo arbitrario", apunta el IASB, "dificulta a los inversores comparar las empresas", y les obliga a estimar ellos mismos los efectos de los costes de alquiler no declarados, lo que normalmente se hace al alza.
La dificultad de determinar "los activos y pasivos relacionados con el alquiler" es particularmente elevada en el caso de empresas de distribución minorista, aerolíneas y compañías del sector del transporte, señala.
"Estos nuevos requerimientos contables acercan la contabilidad de alquileres al siglo XXI, poniendo fin a las estimaciones a ojo para determinar estas obligaciones de las empresas, a veces muy sustanciales", afirma Hoogervorst.
Según el presidente, "el nuevo estándar proporcionará una muy necesaria transparencia sobre los activos y pasivos por alquileres de las empresas" y facilitará "las comparaciones entre empresas que alquilan y otras que toman dinero prestado" para comprar los activos.
Atendiendo las inquietudes de las empresas, el IASB ha introducido una serie de facilidades para reducir sus costes, como por ejemplo que no tendrán que declarar en sus balances los alquileres por un periodo de menos de un año o los arrendamientos de activos pequeños, como equipamiento de oficina.