Multifactor investing: La nueva inversión de moda

¿Te gustan los chollos en los parqués? ¿O la idea de aprovechar los impulsos? Y las compañías de escasa capitalización? ¿Y por qué no todos los factores juntos?

Las compañías de fondos mutuos quieren venderle la rentabilidad de un dividendo, la capacidad de aprovechar los movimientos del precio y la posibilidad de dormir tranquilo con acciones de escasa volatilidad: todo en uno. Y de verdad esperan que se compren, porque BlackRock, Franklin Templeton Investments, Goldman Sachs y otros grandes gestores de fondos están confiando en el crecimiento de este concepto. Se denomina inversión multifactor y puede sonar a la última fórmula crecepelo de Wall Street, una estrategia compleja y oculta detrás de jerga financiera como beta y factor tilt, que se cuela en los fondos cotizados para su comercialización masiva. Pero hay personas con criterio que están convencidas de que los fondos multifactor pueden replicar todo lo que aporta un inversor con talento sin sufrir los vaivenes emocionales ni tener que pagar tasas caras. 

El multifactor comienza con la idea habitual de replicar índices. Es complicado batir al mercado y los gastos de financiación se comen los resultados, por lo que los fondos de índices y ETFs que replican a referencias como el S&P 500 por un bajo coste han superado con el tiempo a los gestores más activos. Pero algunos gestores de fondos creen que hay formas mejores de crear índices. En lugar de ponderar acciones por el valor de mercado, como hacen los índices normales, agrupan compañías en función de algunos factores que han demostrado batir al mercado en ciertas ocasiones, como son un ratio precio-beneficios bajo o una volatilidad inferior a la media. No eligen estas acciones una a una, sino grupos de cientos de ellas en función de los resultados de procesos de seguimiento por ordenador. En el mercado, esta estrategia se conoce como «smart beta», una designación que pretende evocar una versión «trucada» del retorno de mercado, con call beta profesionales. La estrategia multifactor combina múltiples estrategias smart-beta en una. La premisa es que a quien le gusten las acciones de escasa volatilidad, le encantará combinarlas con factores como el valor, un volumen reducido, alta rentabilidad por dividendos y otros factores. 

Novedades

El investigador de fondos Morningstar ha contabilizado casi 300 ETFs multifactor con un total de 251.000 millones de dólares en activos. Este año se han creado más ETFs multifactor que fondos que usen cualquier otra estrategia, según los datos de Bloomberg, incluyendo los fondos de índices basados en el valor de mercado.

Cliff Asness, de AQR Capital Management y David Booth, de Dimensional Fund Advisors, gestores de fondos que se guían por factores cuantitativos, llevan años aplicando la idea de multifactor. La novedad es la accesibilidad de la estrategia en ETFs, fondos que se pueden comprar y vender como si fueran acciones. «La industria está creando versiones más transparentes y de bajo coste de la misma gestión cuantitativa que hemos visto en los dos últimos años», afirma Lance Humphrey, director ejecutivo de multiactivos globales en USAA Asset Management. Su compañía ha sido el principal inversor en el índice Goldman Sachs ActiveBeta U.S. Large Cap Equity Index, con un 12 por ciento de las acciones. El ETF de Goldman cuenta con un ratio de gastos del 0,09 por ciento de los activos, comparable con el coste de un fondo de índice sencillo. 

Para obtener las ventajas de una estrategia multifactor, hay que mantener una inversión a largo plazo, superando mercados alcistas y bajistas. Pero al empaquetarlo como ETFs, es más fácil operar con ellos. Hay quien se pregunta cuántos particulares resistirán la tentación de hacer clic en «vender» en su aplicación de trading cuando llegue el momento. «No estamos creando instrumentos de trading. Estamos creando exposiciones de fondo», afirma Patrick O'Connero, director de ETFs. Globales en Franklin Templeton. «Es algo relativamente nuevo. Está claro que hay gente que se está lanzando pero yo creo que todos estamos trabajando en la formación, que es algo positivo». 

NO HAY DOS IGUALES

Puede que los inversores necesiten superar seminarios exhaustivos para saber exactamente dónde se están metiendo. No hay dos fondos que usen el mismo conjunto de factores y ponderaciones. El ETF JPMorgan Diversified Return U.S. Equity de JPMorgan Chase hace más énfasis en el valor, el impulso (acciones que ya presentan una tendencia alcista) y compañías con un buen rendimiento de capital. A 1 de noviembre, su retorno se sitúa en el 8,7 por ciento en 2016, frente al 5,2 por ciento del S&P 500. El ETF de gran capitalización Goldman Sachs U.S. utiliza factores similares, pero también busca la volatilidad en los precios. Presenta un retorno del 3,1 por ciento este año. 

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Puesto que la mayoría de ETFs multifactor se crearon en los últimos tres años, su registro histórico es bastante escaso. Los proveedores solo pueden mencionar pruebas retroactivas o resultados hipotéticos basados en datos históricos. Para su ETF de 1 año, iShares Edge MSCI Multifactor U.S., BlackRock anuncia un retorno anualizado a 10 años del 6,9 por ciento, comparado con el 5,9 por ciento del S&P, utilizando datos históricos del índice. «Mucho de esto resulta nuevo, pero si tuviéramos que esperar a que todos los índices tuvieran un registro de siete años, no se crearían productos nuevos», afirma Rob Nestor, director de smart beta de iShares U.S. en BlackRock. «Por tanto, los inversores deben discernir cuándo se están fijando en pruebas retrospectivas y examinar detenidamente la metodología para asegurarse de que los factores se han tomado en cuenta y se han respaldado con pruebas empíricas». 

Los resultados hipotéticos pueden ser engañosos. Los gestores de fondos pueden emplear parámetros complicados para sacar a relucir una estrategia que podría haber funcionado muy bien en el pasado, pero ganar dinero con ella en la actualidad es una cuestión muy distinta. Este problema se conoce a menudo como la «cartera del mono». Si pones a un número suficiente de monos a lanzar dardos a las listas de acciones cotizadas, algunos elegirán carteras ganadoras por simple azar. «A menudo, los proveedores presentan definiciones de factores complejas que resultan originales y diferentes de las académicas, con varios ajustes», afirma Felix Goltz de EDHECRisk Institute, investigador y desarrollador de índices. «Al final, se llega a resultados que pueden ser una casualidad». Pero en su opinión, algunos factores funcionan, suelen ser los más sencillos, con un fundamento económico racional claro. Buscar compañías que cotizan a precios de ganga o acciones que cotizan a favor de la corriente que marca el mercado, o una combinación de ambos factores, es una estrategia muy común entre los expertos en elegir acciones.

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SIN FACTOR HUMANO 

Los defensores de la inversión multifactor afirman que solamente están codificando lo que muchos gestores hacen ad hoc, y a menudo por una generosa tasa anual del 1 por ciento del activo. Los fondos gestionados por ordenador sacan el factor humano de la ecuación. En su lugar, los inversores se basan únicamente en los factores que explicarían en condiciones normales la mayoría de los resultados de un fondo con unos costes muy inferiores. Queda por ver si los fondos son capaces de superar a los índices convencionales. Aunque en realidad, quienes deben preocuparse probablemente sean los asesores profesionales de selección de acciones.

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