Mayo, prueba de fuego para los bancos centrales

La Fed subirá medio punto los tipos de interés mientras que se incrementa la presión sobre el BCE para que adelante el endurecimiento de su política monetaria

El mes de mayo que comienza dentro de unos escasos días va a ser clave para los bancos centrales, que se enfrentan al desafío de normalizar la política monetaria ultralaxa de los últimos años en un entorno de dudas sobre la fortaleza del crecimiento.

“Digerir el endurecimiento global de la política monetaria lleva tiempo. Hay que ir con cuidado porque la prueba de fuego empieza en mayo”, apuntan los analistas Rafael Alonso y Eduardo Cabero, de Bankinter.

Para empezar, el Comité Federal de Mercado Abierto, el organismo de la Fed que decide la política monetaria, tiene previsto reunirse entre el 3 y el 4 de mayo, una reunión en la que se espera que el organismo suba en medio punto los tipos de interés.

La Fed subirá los tipos medio punto a comienzos de mes

Ya lo dijo el propio presidente de la institución, Jerome Powell, hace escasos días durante su intervención en una mesa redonda organizada en el marco de las Reuniones de Primavera del FMI.

"Es apropiado, en mi opinión, moverse algo más rápido (...) Diría que una subida de 50 puntos básicos estará sobre la mesa en mayo", aseveró.

Por su parte, las cosas no van tan deprisa en Frankfurt, pero también el BCE sufre presiones para acelerar la normalización de la política monetaria para luchar contra las fuertes subidas de los precios (que en España se sitúan en el 9,8 por ciento interanual, según datos confirmados del mes de marzo).

Presiones en el BCE para que actúe con más rapidez

“El plan oficial del BCE es subir tipos tras concluir con el programa de compra de bonos en el tercer trimestre de 2022 pero la inflación de la zona euro (en el 7,4 por ciento en marzo), la debilidad del euro (que cae un 5,5 por ciento en lo que va de año frente al dólar) y la Fed (que subirá previsiblemente los tipos en 50 puntos básicos en mayo) invitan al BCE a ir más rápido”, explican Alonso y Cabero.

De hecho, se escuchan voces dentro de la institución presidida por Christine Lagarde que piden ir más deprisa. En concreto, Pierre Wunsch (gobernador del banco central Bélgica) no descarta ver el tipo de depósito en positivo en 2022 (respecto al -0,50 por ciento actual), Joachin Nagel (presidente del Bundesbank) aboga por realizar la primera subida en julio y Luis de Guindos (vicepresidente) no descarta anticipar el final del programa de compra de activos en el segundo trimestre de 2022.

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Y es que la misión de los bancos centrales no es fácil. “El camino iniciado por los bancos centrales no es fácil de recorrer. Tratan de evitar la estanflación vivida en los años 70/80 (alta inflación y bajo crecimiento), pero sube el riesgo de recesión -¿en 2023?- y, por otro lado, el aumento de la inflación se explica principalmente por factores de oferta (materias primas y cuellos de botella). El tiempo decidirá si el plan de los bancos centrales es acertado”, relatan los analistas de Bankinter.

La próxima reunión de política monetaria del BCE será el 9 de junio pero durante el mes de mayo podrán escucharse las opiniones de diferentes miembros del consejo de gobierno de la institución.

El mercado intenta digerir la normalización de la política monetaria

En este contexto, el mercado está responidendo. Así, la TIR del bono a dos años alemán cotiza en el 0,21 por ciento, lejos del territorio negativo en el que se situaba hace tan solo unos meses.

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Y también se espera un efecto en la renta variable.

En ese sentido, el portavoz de Etoro en España, Javier Molina, anticipa una corrección adicional de la bolsa estaounidense (el S&P 500, en concreto) de, por lo menos, un 9 por ciento desde los niveles actuales, aunque otros analistas son más pesimistas y hablan de descensos del 15 por ciento.

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