Malinterpretando al mercado: los puzzles de los bancos centrales

Durante los últimos meses, algunos bancos centrales han hecho cosas que aplaudo, mientras que otras veces, han decidido cosas que[…]

Durante los últimos meses, algunos bancos centrales han hecho cosas que aplaudo, mientras que otras veces, han decidido cosas que encuentro tanto incomprensibles como incompetentes. En el clima actual, es fácil malinterpretar al mercado.

Se puede tomar como ejemplo al Banco de Canadá (BoC). Subió los tipos de interés una vez en julio para pasar de 0,5% a 0,75%. Esto se produjo a pesar de que la inflación fuera solo de un 1% frente a su objetivo del 2%. Sin embargo, en un movimiento descontado solo parcialmente por el mercado (y previsto solo por seis de los 33 economistas encuestados por Bloomberg) estuvo seguida por otra subida en su reunión de septiembre. La mayoría de los analistas de mercado han asumido (de manera ingenua mientras se producía) que con una inflación languideciendo en torno a un punto porcentual por debajo de su objetivo, el BoC no se vería impedido de embarcarse en un clico de subidas de tipos de interés.

No hay nada erróneo en las acciones del BoC. No creo que sean dañinas y veo las virtudes de realizar algunas subidas de tipos cuando los datos son bajos.

Pero el mercado ha malinterpretado sus acciones porque la mayoría de los participantes han sido condicionados a hacerlo así por otros bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos. La Fed nunca ha subido tipos de interés en reuniones consecutivas durante el ciclo. Esto ha sido así a pesar de que la inflación alcanzara el 2,7% a principios de año y a pesar de que el desempleo en Estados Unidos este dos puntos porcentuales por debajo en comparación con el de Canadá. Así, Estados Unidos tiene una inflación más alta y menos desempleo (y también menos deuda de los consumidores y menos sensibilidad a los tipos de interés a través de la economía. Es un mercado más cerrado y de esta forma menos sensible a las divisas, además de tener menor dependencia energética). Aunque la postura 'hawkish' del BoC está superando a la Fed.

El reinado de la confusión

La Fed lo ha empeorado durante el verano. Primero LaelBrainard, y después Janet Yellen, manifestaron su ansiedad por la caída a corto plazo de la inflación. (En unas actas, esta caída era transitoria. En las siguientes, fueron una razón para el pánico). Llegamos incluso a tener al presidente de la Fed de Minnesota, Neel Kashkari, sugiriendo que los rendimientos increíblemente bajos eran, por sí solos, una señal de debilidad económica a la que la Fed debería prestar atención. Creo que Kashkari debe haber olvidado que la Fed ha comprado bonos por valor de 4.500 billones de dólares durante la última década y que, por lo tanto, cualquier esperanza de dar con una señal positiva procedente de estos precios se fue hace tiempo. O eso o está cayendo en el típico dogma pseudocientífico engañado por el banco central.

Por otro lado, la confusión con los bancos centrales continúa. El Banco de Inglaterra se enfrenta a un bajo desempleo y a una inflación elevada. Aunque permanece a la espera, porque el hombre del saco puede, o no, estar llegando. En Suecia, el Riksbank tiene una economía a pleno rendimiento y por encima de su objetivo de inflación. Aunque aquí, también, la política permanece a la espera porque en esencia ha externalizado su política al Banco Central Europeo (BCE). Mientras tanto, el BCE tampoco está preocupado, puede estar preocupado o no estar en absoluto preocupado por la subida del euro. Pero a pesar de la realización de análisis sugiriendo que la reciente subida debería reducir las predicciones de inflación en cerca de 0,9 puntos porcentuales, el personal del BCE ha reducido sus previsiones en tansolo 0,1 puntos porcentuales.

A veces parece que el BCE puede estar simplemente inventándoselo mientras avanza. Es probable que reduzca sus compras de activos antes de finales de año, siempre que el euro no esté demasiado fuerte, lo que no pasará si no se realiza la reducción.

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Mientras tanto, Donald Trump y Kim Jong-un están enfrentados. Amenazas, contra amenazas, pruebas balísticas y nucleares y una falta evidente de diplomacia han resultado en un mayor deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte. Esto, junto a la trágica devastación de los huracanes Harvey e Irma ha dado lugar a una mayor "fuga a la calidad" mientras los inversores se dirigían hacia la deuda soberana de mercados emergentes.

Sin embargo, resulta interesante que clases de activo de mayor riesgo, como la renta variable, no han sufridorealmente, lo que podría indicar que puede no haber tal fuga a la calidad, sino más bien demasiada liquidez. Pero esto es poco agradable para los inversores que se han estado posicionando en rendimientos más elevados.

Y por último, tenemos la política estadounidense. Trump se acercó a los demócratas para acordar dar una patada hacia adelante con respecto a la resolución de continuidad y el techo de deuda. Esto significa que ahora tenemos una crítica fecha límite política y financiera justo después de una importante reunión de la Fed, y justo antes de Navidad. ¿Qué podría posiblemente salir mal?

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James Athey, inversor de renta fija en Aberdeen Standard Investments

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