Los once riesgos de la renta fija
Renta fija es uno de los términos más desafortunados del léxico financiero, pues muchas veces el inversor particular puede interpretar que está comprando activos seguros, carentes de riesgo o que ofrecen una rentabilidad futura garantizada, lo que está muy lejos de la realidad
Renta fija es uno de los términos más desafortunados del léxico financiero, pues muchas veces el inversor particular puede interpretar que está comprando activos seguros, carentes de riesgo o que ofrecen una rentabilidad futura garantizada, lo que está muy lejos de la realidad. Lo cierto es que la categoría "renta fija" incluye una amalgama de productos que van, desde la deuda pública de emisores con la máxima calidad crediticia, hasta ciertos instrumentos financieros en los que el devengo de intereses puede suspenderse, e incluso cancelarse, si el emisor incurre en pérdidas o incumple la normas de solvencia.
Eduardo José Menéndez Alonso, en su libro 'El economista que regresó a Babel", hace un repaso minucioso de los once riesgos que pueden tener las inversiones en renta fija. Sugiere este experto que, para evitar disgustos, el inversor "debería olvidarse de falsas creencias relativa a que se trata de inversiones sin riesgo", que ofrecen un interés fijo o aptas para perfiles conservadores. De hecho, el inversor "está expuesto a múltiples fuentes de riesgo".
1.- Riesgo de crédito. Es la probabilidad de impago de un emisor debido a un deterioro de su solvencia. Afecta tanto a emisores privados como a estados soberanos, que también pueden suspender pagos (Rusia en 1998, Argentina en 2001 o en 2014 con el default selectivo). Hay que tener en cuenta que la solvencia es una estado dinámico, pues los emisores solventes a día de hoy no tiene por qué serlo mañana.
2.- Riesgo de liquidez. Vinculado a valores que se negocian en un mercado secundario y refleja la posibilidad de no poder desinvertir o vender los títulos antes de su fecha de vencimiento. Incluso la admisión en un mercado secundario no asegura la liquidez de los valores, sino existe una negociación activa o no hay creadores de mercado que asuman compromisos.
3.- Riesgo de tipos de interés. Es la probabilidad de que surjan pérdidas ante la evolución adversa de los tipos en el mercado. Un aumento de los tipos ocasiona una caída del precio de los activos de renta fija. Este riesgo se acentúa cuanto mayor sea el plazo de vencimiento del valor. En este sentido, ha activos de renta fija a plazos muy elevados (30,50 años) que pueden verse muy afectados en un entorno alcista de tipos.
4.- Riesgo de amortización anticipada. Es la probabilidad de que el emisor ejerza su derecho a amortizar anticipadamente los títulos en un entorno bajista de tipos de interés. Este riesgo impide al inversor replicar la rentabilidad previa, invirtiendo en activos de riesgo similar.
5.- Riesgo de cambio. Este riesgo aparece cuando el inversor compra títulos de renta fija denominados en divisas y en aquellos valores cuyo cupón está vinculado a la evolución del tipo de cambio.
6.- Riesgo de mercado. Probabilidad de que baje el precio de los títulos de renta fija en el mercado secundario por culpa de informaciones negativas sobre el emisor, o por darse un entorno macroeconómico desfavorable. Aquí son muchos los factores que pueden impactar negativamente.
7.- Riesgo de inflación. El dinero generado por la inversión en renta fija, como cualquier otra inversión, se puede ver afectado por la pérdida de poder adquisitivo derivada de un incremento de la inflación. Las expectativas de inflación pueden desencadenar un endurecimiento de la política monetaria, presionando al alza sobre los tipos de interés, y forzando caídas adicionales en los precios de la renta fija.
8.- Riesgo de subordinación. Es el riesgo de sufrir pérdidas sustanciales en caso de liquidación del emisor, debido a la existencia de valores con mayor grado de prelación en situaciones concursales. Debido a esta cláusula, algunos instrumentos de renta fija pueden computar a efectos legales como recursos propios. Las polémicas participaciones preferentes, o la obligaciones subordinadas, incluían está cláusula.
9.- Riesgo de diferimiento o pérdida del pago de intereses. En algunos instrumentos de renta fija, cabe la posibilidad de que el emisor decida diferir o suspender el pago de intereses, en aquellos casos en los que incurra en pérdidas o tenga problemas graves de solvencia. Es una cláusula que aproxima a estos instrumentos a la renta variable.
10.- Riesgo de aplicación del principal a la compensación de pérdidas. Es el riesgo de que se destine el principal de la inversión y los intereses no abonados a la compensación de pérdidas. Se da en aquellos casos haya agotado sus reservas y los recursos asimilables al capital. Las obligaciones subordinadas especiales incorporan de forma explícita este riesgo en la documentación registrada en la CNMV.
11.- Riesgo de reversión contingente. Es el riesgo de que una emisión de renta fija sea convertida en acciones (renta variable) en condiciones desfavorables. La contingencia hace referencia a supuestos de concursos de acreedores, intervención o liquidación del emisor. Los conocidos como COCOS incorporan este supuesto de conversión contingente.