Los exportadores toman impulso por la debilidad del yen y aupan a Tokio

La Bolsa de Tokio subió hoy después de que los exportadores nipones ganaran terreno aprovechando la debilidad del yen frente al dólar estadounidense, una circunstancia que mejora la competitividad de sus productos y sus remesas en el extranjero.

El índice de referencia Nikkei avanzó 129,70 puntos, un 0,66 %, y quedó en 19.742,98 puntos, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, subió 9,89 puntos, un 0,63 %, y cerró en 1.575,11 unidades.

El parqué tokiota abrió con ganancias después de que la divisa local se debilitase frente al "billete verde" ante las perspectivas de una nueva subida de tipos de interés en Estados Unidos en junio.

Los inversores de Tokio negociaron con cautela pero animados a la espera de la publicación de las minutas de la reunión de mayo de la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), que saldrán más tarde en el día, y que podría dar pistas sobre la marcha económica de la potencia.

El plan presupuestario de la Administración estadounidense desvelado el martes, en línea con las expectativas de los analistas, también proporcionó alivio en Tokio, donde los riesgos geopolíticos tras el incidente en Mánchester esta semana pesaron en la víspera.

El sector de los valores financieros lideró las ganancias, seguido por el de maquinaria y el de los instrumentos de precisión.

Entre las principales subidas de hoy estuvo la de Toshiba, cuyas acciones se revalorizaron un 8,35 % tras conocerse que tras las fricciones, la estadounidense Western Digital ha hecho una oferta de 2 billones de yenes (15.986 millones de euros) por su escindida rama de chips, que la nipona aspira a vender para sanear sus cuentas.

Entre los exportadores, el fabricante de vehículos Honda Motor subió un 2,2 % y Hino Motors escaló un 2,1 %.

En la primera sección, 1.427 valores avanzaron frente a 466 que retrocedieron, mientras que 123 terminaron el día sin cambios.

El volumen de negocio ascendió a 2,222 billones de yenes (17.772 millones de euros), frente a los 2,006 billones de yenes (16.039 millones de euros) de la víspera.