Las tres condiciones de JP Morgan para volver a sobreponderar la bolsa

A principios de año, los estrategas de JP Morgan Asset Management decidieron, por primera vez en nueve años, infraponderar la[…]

A principios de año, los estrategas de JP Morgan Asset Management decidieron, por primera vez en nueve años, infraponderar la renta variable frente a la renta fija. Y aunque la reducción del peso de las acciones en las carteras no ha sido drástica, y aun cuando el año ha sido bueno para los activos de riesgo, estos expertos no han encontrado razones para el cambio, más allá de los pequeños cambios tácticos. "Nos parece que en esta parte del ciclo tiene todo el sentido estar algo más cauto que lo que hemos estado en los últimos años y nos sentimos cómodos con este posicionamiento", ha explicado en un encuentro con los medios la directora de estrategia de JP Morgan Asset Management, Lucía Gutiérrez-Mellado. 

De acuerdo con la visión de la gestora, la renta variable se va a mover en un rango, acotado por un máximo y un mínimo. "Llevamos un año muy bueno y no nos sorprendería ver un recorte pero tampoco esperamos que sea muy grande, pues al final, las valoraciones no son excesivas y los bancos centrales siguen apoyando", indicó la experta. En cuanto a la economía, no ven riesgo de recesión inminente. ¿Qué tendría que pasar para volver a sobreponderar la renta variable? Estas son las tres condiciones básicas.

1.- Repunte en el crecimiento y que fuera un crecimiento sincronizado

Una de las preguntas más recurrentes de los clientes de la gestora es si estamos en un escenario de recesión, a lo que lo expertos responden que no. "Seguimos en la parte más madura del ciclo, en la que el crecimiento es positivo pero discreto", dice Gutiérrez-Mellado. Es verdad que los bancos centrales siguen aplicando políticas monetarias más relajadas y probablemente lo que consigan es alargar este ciclo, pero en JP Morgan AM no esperan volver a un crecimiento sincronizado como se vio en 2017. El crecimiento es positivo y discreto pero van a seguir habiendo divergencias. 

En Estados Unidos, la experta de la gestora recalcó que no podía seguir creciendo al ritmo que lo había hecho en los últimos trimestres, no era sostenible, y esto ya es un hecho, pero tampoco nos preocupa". Ese crecimiento es un poco más bajo, en torno al 2%, que es lo que ha crecido en los últimos años desde el 2000. Es decir, que ha pasado de crecer por encima de la media a hacerlo en torno a la media. Esto ha sido así por el menor impacto de las medidas de estímulo fiscal y por el efecto de las tensiones comerciales. Respecto a Europa, se puede esperar que crezca en torno al 1,4%, la tasa de los últimos años y ahora está creciendo ligeramente por debajo.

Si es cierto, como subrayó Gutiérrez-Mellado, que "todavía seguimos viendo mucha debilidad en la actividad manufacturera y a día de hoy no vemos que haya empezado a recuperarse". En su opinión, "el sector claramente se ha visto afectado por las tensiones comerciales", pero si bien es verdad que las manufacturas están sufriendo, por otro lado, "lo que está tirando de la economía es el sector servicios", indicó. Al final, el consumidor está en disposición de poder consumir y este sector es el que "nos hace no ser tan negativos con el crecimiento y no ver un riesgo de recesión inminente".

Con todo, no conviene bajar la guardia, porque al final, existe un correlación entre la confianza de los consumidores y la de los empresarios. Ahora, "estamos en una situación un poco intermedia, viendo que los empresarios están retrasando las decisiones de inversión pero todavía siguen contratando, es decir, el mercado laboral todavía no se está viendo afectado por la debilidad del sector manufacturero", apostilla Gutiérrez-Mellado.

2.- Una política monetaria más relajada

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Ha habido un cambio significativo respecto al año pasado con los bancos centrales. "Estamos en un escenario en el que parece que vuelven a actuar con el objetivo de estar atentos a lo que está pasando con el crecimiento económico", apunta Gutiérrez-Mellado. Su política monetaria también se puede explicar desde el punto de vista de la inflación. Y los precios "no son un problema, aun cuando en Europa y Japón todavía siguen en niveles muy bajos", dice la experta del banco estadounidense. E otra de las razones que permite a los bancos centrales volver a bajar y tipos y aplicar una política monetaria más relajada. A día de hoy,"ya es bastante relajada pero tampoco vemos" que vaya a más, dice Gutiérrez-Mellado.

En cuanto al BCE, "todos teníamos claro que si la FED está bajando tipos, ellos no se podrían quedar atrás y tenían que salir con toda la artillería, como así ha sucedido en septiembre". Así, recordó que "estamos en un escenario en el que los tipos en Europa van a estar bajos en los próximos años y los que los bancos están intentando con ello es intentar mover un poco a los inversores hacia activos con algo más de riesgo. Al ser cuestionada por la llegada el BCE de Christine Lagarde, en sustitución de Mario Draghi, Gutiérrez-Mellado opinó que seguirá una línea continuista, en el que "ayudará a la economía europea a que la inflación siga repuntando". 

3. Que se resuelvan las tensiones comerciales

La guerra comercial ha acaparado este año los titulares, y hasta hace un par de semanas, la situación parecía que se agravaba generando más dudas e incertidumbres sobre el crecimiento. Parecía que en diciembre, todos los bienes importados de Estados Unidos a China tendrían aranceles. Pero ahora vuelve a parecer que están dispuestos a retomar las negociaciones. A día de hoy, "queda tiempo para que las tensiones queden totalmente resueltas, es decir, vamos a seguir hablando de este tema en los próximos meses", recalcó la economista del banco estadounidense. O dicho de otra forma, "todavía estamos lejos de ver un resultado final al problema de los aranceles". Obviamente, cuanto mayor sea el número de bienes con aranceles, más repercusión van a tener sobre las economías. 

Otra de las preguntas estrella entre los clientes de JP Morgan AM es que piensan los estadounidenses sobre las medidas de Donald Trump en relación con la guerra comercial. En general, "parece que el presidente tiene bastante soporte por parte de su electorado y no electorado respecto al tema de China, aunque esto dependerá del impacto que tengan los aranceles en su economía", añadió Gutiérrez-Mellado.

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