Las razones para invertir en ACS tras la compra de Abertis
La puja para adquirir la compañía de autopistas había penalizado a la constructora que, tras el desenlace, vuelve a coger tracción. Gusta por fundamentales pero también por los potenciales beneficios de la operación.
Lo decía recientemente Beltrán de la Lastra, presidente de Bestinver, una de las gestoras «value» independientes más conocidas de España, para justificar la reciente posición que ha tomado en la constructora ACS: «Ha sido un acuerdo muy bueno y cerrado de una forma muy habilidosa». De la Lastra se refería a la operación que ha permitido a la constructora hacerse con el control de Abertis de manera conjunta con la italiana Atlantia, una adquisición que también gusta a otros analistas. El analista de Bankinter Jesús Amador, por ejemplo, explica los puntos por los que le parece que el acuerdo es bueno para la constructora presidida por Florentino Pérez. «Al principio, parecía que la entrada de Atlantia en la puja por Abertis podía obligar a ACS a pagar un precio superior. Por eso, una de las cosas que nos gusta del acuerdo alcanzado con la italiana es que evita que se acabe pagando un sobreprecio. En segundo lugar, el acuerdo supone que ACS se queda con una participación minoritaria, por lo que no está obligada a consolidar la comprada ni su deuda. Esto es importante si se tiene en cuenta que uno de los grandes focos de ACS hasta finales de 2016 era la reducción de la deuda. Por eso, el acuerdo con Atlantia diluye el riesgo que tenía la compra en solitario de aumentar la deuda y de perder un rating que le había costado mucho conseguir. Y el tercer punto que nos gusta es que ACS compra una compañía que va a generar unos dividendos importantes. Ya los genera actualmente».
Lo mismo opina Rafael Fernández, de GVC Gaesco Beka. «La idea de la operación es que ACS logre proyectos de infraestructuras y los construya y, luego, se los pase a Abertis para explotarlos, que es la que tiene el músculo financiero. Desde el punto de vista estratégico tiene sentido porque ganas peso en un área como la de las concesiones, que es más estable, más segura, con menos oscilaciones y que lleva mejor las crisis que el negocio de la construcción. En general, el movimiento le permite asemejarse a compañías como Vinci, con elevado peso en el negocio de concesiones», dice.
Amador está de acuerdo en que la operación «reduce la vinculación al ciclo de la constructora»: «El tráfico de las autopistas oscila respecto al ciclo pero no tiene oscilaciones tan fuertes respecto a la deuda pública. Además, Abertis te va a dar un flujo de caja recurrente. Son compañías que pueden ser complementarias porque ACS Hotchief es muy buena en construir un activo y Abertis muy buena en la gestión del activo, una vez que ya lo tienes», relata.
Recomendaciones
Por estos motivos, Bankinter cambió su recomendación sobre la compañía desde «neutral» a «comprar» y le subió el precio hasta los 41 euros. «Es una compañía que nos gustaba por fundamentales el verano pasado, cuando llegó a ponerse en 36 euros, pero la dejamos en neutral cuando anunció su interés por Abertis debido a que no sabíamos el desenlace de la OPA. Así que todo aquello que era bueno de ACS en junio del año pasado y que había hecho que la acción lo hiciera bien en el primer trimestre de 2017, antes de los rumores de posible compra de Abertis, sigue siéndolo ahora. Si tienes una compañía que es buena, que sigue teniendo sus fortalezas y te has quitado un riesgo, pues es el principal factor positivo que vemos en la compañía», explica Amador, quien entraría a los precios actuales.
Rafael Fernández esgrime razones similares a las de Amador para apostar por ACS, relacionadas con los buenos contratos que tiene en cartera: «Tenemos un precio objetivo de 40,60 y pensamos que la acción lo va a seguir haciendo bien. No solo hay que comprar ACS por la operación. Más allá de eso, tiene una actividad de servicios industriales que comienza a recuperarse y con la subida del precio del crudo lo continuará haciendo. Además, tiene una sólida presencia en Estados Unidos y se beneficiará del plan de infraestructuras que ha lanzado Trump. Luego, tiene un negocio de minería en Australia que también está yendo bien», relata.
No obstante, el valor ha corrido mucho en las últimas semanas y su potencial se ha mermado considerablemente, tal y como recuerda Jesús de Blas, de Bankoa Crédit Agricole. «El tirón ha sido muy fuerte. Ha pasado de 27 a 34 en un mes y medio y estamos muy cerca de los máximos. Ahora que la OPA se ha solucionado, ya en las cercanías de 34,5 euros, sigue teniendo muy buenas perspectivas pero ya son precios muy ajustados. Si hubiese recortes sí lo que volveríamos a mirar», dice.
Más allá de lo ajustado del precio, otros riesgos que podrían pesar sobre el valor (aunque los expertos dicen que están controlados) son: que el ciclo se dé la vuelta, un encarecimiento de la financiación por las subidas de tipos de interés o el riesgo de la divisa.