La retirada de estímulos divide a la Fed

Los gobernadores de la Reserva Federal estadounidenses no se ponen de acuerdo en torno a cuándo comenzará la retirada de estímulos

La retirada de los estímulos fiscales causó división entre los miembros de la Reserva Federal (Fed) estadounidense en su última reunión.

El banco central de los Estados Unidos publicó este miércoles las actas de la última cita, celebrada el pasado 16 de junio, en la que algunos de los gobernadores del organismo mencionaron que la reducción de los estímulos, denominada tapering, podría comenzar antes de lo previsto.

Este fue el principal punto de desencuentro para los miembros de la Fed, ya que algunos de los participantes mostraron su incertidumbre en torno a si es el momento adecuado.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, ya había adelantado a la salida de la reunión que el tapering fue uno de los grandes objetos de debate.

La reducción del ritmo de compras

Frente a estas discusiones, los participantes sí coincidieron en que "como cuestión de planificación prudente, era importante estar bien posicionado para reducir el ritmo de compra de activos, si corresponde, en respuesta a desarrollos económicos inesperados".

Esto incluye un progreso “más rápido de lo esperado” en los objetivos del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) o la “aparición de riesgos” que pudieran obstaculizar los mismos objetivos.

Riesgos que podrían llegar del mercado inmobiliario. “Varios participantes destacaron que las bajas tasas de interés contribuían a elevar los precios de la vivienda y que las presiones de valoración en los mercados de la vivienda podrían plantear riesgos para la estabilidad financiera”, explica la Fed.

La inflación crece "más de lo esperado"

Respecto a la inflación, aunque los participantes vieron riesgos “equilibrados” en términos general, una mayoría “sustancial” consideró que los riesgos se inclinan al alza.

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Especialmente, debido que la interrupción de la oferta y la escasez de mano de obra puedan prolongarse en el tiempo y tener “efectos mayores o más persistentes” sobre los precios.

“Varios participantes expresaron su preocupación de que las expectativas de inflación a más largo plazo podrían elevarse a niveles inapropiados si persistían las lecturas [de inflación] elevadas”, recoge la Fed.

El organismo reconoce, asimismo, que la inflación creció “más de lo esperado” en los últimos meses pero confía en que se reducirá a medio plazo.

En este sentido, el índice de precios al consumo (IPC) de los Estados Unidos repuntó en mayo al 5,8 por ciento, el mayor ritmo de los últimos 13 años.

También se elevó ligeramente la tasa de paro de junio, en una décima más respecto al mes anterior hasta el 5,9 por ciento, tres décimas por encima de las expectativas del consenso.

El bono estadounidense a diez años, el de referencia, marcó este miércoles su nivel más bajo desde febrero al caer hasta el 1,30 por ciento.

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