La producción industrial española pierde impulso

Es un repunte más moderado que los de abril y mayo al compararse con un mes del pasado año en el que la situación económica empezaba a normalizarse

El Índice General de Producción Industrial (IPI) subió un 11,2 por ciento en el mes de junio en relación al mismo mes de 2020. De este modo, la producción industrial encadena cuatro meses consecutivos de incrementos, aunque el ritmo de expansión se desaclera, según ha informado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE) a través de un comunicado de prensa.

En concerto, el repunte de junio se situó 16,7 puntos por debajo del anotado en mayo y también por debajo del mes de abril debido a que la comparativa interanual es ahora más exigente, al compararse la producción industrial con un mes del pasado año en el que la situación económica empezaba a normalizarse.

De este modo, la producción industrial ha dejado atrás los máximos históricos de abril (cuando aumentó un 50,3 por ciento) y el fuerte repunte de mayo (cuando registró una subida del 27,9 por ciento). Hay que recordar que en abril y mayo todavía estábamos en pleno confinamiento.

Todos los sectores registran incrementos anuales de la producción

Por sectores, todos registraron en junio incrementos anuales de la producción. La mayor subida la registraron los bienes de consumo duradero al anotarse un incremento del 24,9 por ciento; seguidos de los bienes intermedios, que aumentaron un 19,5 por ciento; los bienes de consumo no duradero, que registraron un alza del 10,9 por ciento; los bienes de equipo, con una subida del 6 por ciento; y la energía, que escaló un 3,4.

Corregida de efectos estacionales y de calendario, la producción industrial registró en junio un repunte interanual del 11,1 por ciento, una tasa 13,9 puntos inferior a la del mes anterior.

El desglose de actividades revela que el repunte de la producción industrial de junio estuvo impulsado por la fabricación de productos metálicos (que aumentó un 17,8 por ciento) y maquinaria (un 24,8 por ciento), así como por la industria de la alimentación (9,5 por ciento), que lograron compensar la fuerte caída de la fabricación de vehículos (10,1 por ciento).

Aunque estas fueron las actividades con mayor repercusión en el índice general, los aumentos de producción más intensos se dieron en la confección de prendas de vestir (72,2 por ciento), la metalurgia (30,7 por ciento) y la fabricación de muebles (27,7 por ciento).

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