¿Hasta dónde llegará la burbuja en los precios del oro?

Y se trata básicamente de una burbuja financiera. Es cierto que la demanda de oro procede de los bancos centrales emergentes, que están cambiando sus reservas en dólares al metal físico, pero también de los inversores que tienen ese mismo problema (dudas sobre la consistencia de las divisas desarrolladas) y compran productos financieros del tipo ETFs o ETCs.

Si bien es verdad que los emergentes aún están muy lejos de tener el mismo porcentaje de sus reservas en oro que sus homólogos occidentales (Grecia tenía el 89,9%, la media es del 10,8% y China tenía el 1% en 2008, según Deutsche Bank) no es menos cierto que en estos momentos, los ETFs guardan en custodia más oro del que posee el quinto mayor banco central del mundo, Francia. Estamos hablando de que los inversores privados poseen el doble de oro que el Banco Central de China o que el de Suiza.

A finales de 2009, los productos financieros con el oro como subyacente tenían cerca de 2.000 toneladas, tras crecer a un ritmo de 325 toneladas anuales en los últimos cinco años frente al aumento de 500 toneladas por parte de los bancos centrales en 2009. Y eso teniendo en cuenta que algunos países europeos, como España, no permiten todavía la compra y venta de fondos cotizados con una materia prima como subyacente (ETCs).

Si creen que la demanda por parte de los bancos centrales puede compensar una venta de un 15%-20% del oro que hoy tienen los ETFs a nivel global, duerman tranquilos. Si tienen alguna duda, no inviertan en oro, o sigan con lupa las decisiones sobre relajación monetaria de la Reserva Federal. Deutsche Bank ve al oro en 1.600 dólares en 2012 con esta doble demanda. ¿Se imaginan lo que puede pasar con todo ese oro en ETFs si la Fed para el QE por sorpresa? Esperen unos días, que si no se anuncian en la próxima reunión de la Fed (3 de noviembre) 500.000 millones en compras de activos, van a poder hacerse una idea...