Escepticismo en el Kremlin: Rusia teme que Trump no sea 'el chollo' del siglo

Rusia está adulando al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con un despliegue mediático sin precedentes. Tener un admirador[…]

Rusia está adulando al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con un despliegue mediático sin precedentes. Tener un admirador de Putin en la Casa Blanca vale su peso en oro. Nunca se han visto los rusos en otra parecida. Sin embargo, a la hora de la verdad, las cosas no son lo que parecen y de puertas para dentro del Kremlin, las dudas crecen a toda velocidad. Después de todo, quizás Trump no sea el chollo del siglo. 

Este sentimiento de que será difícil alcanzar acuerdos significativos de distensión con Estados Unidos está dando paso al escepticismo en el Kremlim, según revelan a Bloomberg cuatro altos funcionarios moscovitas. Las intrincadas controversias sobre el supuesto 'hackeo' que Putin habría ordenado para acceder a los ordenadores de Hillary Clinton y ayudar a Trump en su campaña electoral, junto con la filtración de que el líder ruso tiene material de contenido muy comprometido con el que podría chantajear magnate estadounidense, han enturbiado el ambiente en la Casa Blanca, donde se está cociendo un proyecto de ley para imponer sanciones a Rusia aún más duras. Y con esto no contaba el Kremlin. 

Así las cosas, Putin, que ha pasado los últimos dieciséis años tratando de devolver a Rusia el esplendor de la superpotencia que siempre ha sido, tiene ahora en sus manos un arma de doble filo, pues si bien en el país está en el centro de la atención política mundial, la relación con Trump podría no ser la balsa de aceite que se pensaba en las altas esferas políticas rusas. "Hay un cambio sensible en las expectativas del Kremlin. Los líderes entienden claramente que restaurar los lazos no será fácil y que habrá más escándalos que empeoren las oportunidades", dice Alexi Chesnakov, antiguo miembro del Kremlin. 

Y es que las últimas declaraciones de Trump, a menudo contradictorias, son un foco de preocupación para Rusia, que no sabe por dónde respira el magnate neoyorkino. Por ejemplo, Trump dijo el mes pasado que Estados Unidos debería "en gran medida" ampliar su capacidad nuclear, y hace una semana, en una entrevista con dos medios europeos, ha dicho que se debería recortar "sustancialmente" la capacidad de los arsenales atómicos, lo que enlaza con un posible acuerdo armamentístico con Putin.

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