El BFA de Angola, en el centro de la negociación entre Caixabank y Dos Santos
El Banco de Fomento de Angola (BFA) se ha convertido en pieza clave de las complejas y difíciles negociaciones entre[…]
El Banco de Fomento de Angola (BFA) se ha convertido en pieza clave de las complejas y difíciles negociaciones entre Caixabank y la angoleña Isabel dos Santos, con el control del Banco Portugués de Inversión (BPI) como telón de fondo.
Los dos principales accionistas de la entidad lusa discuten desde hace al menos dos semanas y bajo presión un acuerdo que permita evitar las penalizaciones de Bruselas por poseer activos en el país africano, y tiene de plazo hasta el 10 de abril para desprenderse de ellos si no quiere ver afectados sus ratios de solvencia.
Analistas lusos dan por hecho que la discusión se centra en la venta del porcentaje que posee el BPI en el BFA (50,01 %) a Isabel Dos Santos, a cambio del cual ella podría facilitar que el Caixabank controle totalmente la entidad portuguesa.
Hablar de los "activos angoleños" supone referirse al BFA, creado por el BPI oficialmente en 2002, seis años después de que la firma portuguesa entrara en Luanda con la compra del Banco de Fomento Exterior (BFE).
La relación del BPI con Isabel dos Santos -considerada hoy la mujer más rica de África- arranca en septiembre de 2008, cuando la entidad lusa vendió el 49,99 % del BFA a Unitel y se quedó con el 50,01 % restante.
Unitel es, de hecho, la mayor operadora de telecomunicaciones de Angola y pertenece parcialmente a la inversora, que a la sazón es hija de José Eduardo dos Santos, el presidente del país desde hace más de tres décadas, que es acusado de despotismo por diferentes ONG y defensores de los Derechos Humanos.
Apenas unos meses después, en diciembre, Isabel dos Santos entra en el accionariado del BPI con un 9,69 % del capital, un porcentaje que prácticamente duplicó en abril de 2012, cuando compró una parte de los títulos que estaban en manos de la firma brasileña Itaú.
Actualmente tiene en sus manos una participación en el banco portugués del 18,6 % a través de la sociedad Santoro, a la que se suma de forma indirecta otro 2,28 % propiedad del banco BIC, controlado igualmente por ella.
La importancia del BFA -el tercer mayor banco de Angola- en los resultados del BPI es notable: de los 235 millones de euros de beneficio obtenidos en 2015 por la entidad lusa, más de la mitad (136 millones) procedían de su porcentaje en la firma africana.
Sin embargo, está obligado a desprenderse de él debido a las condiciones del Banco Central Europeo (BCE), que exige a las entidades financieras reducir su exposición a Angola tras considerar que Luanda no cuenta con un sistema de supervisión bancaria equivalente al de la UE.
Medios lusos ya dan por cerrado el acuerdo entre Caixabank e Isabel dos Santos para que el BPI venda el BFA a la inversora africana, aunque falta el visto bueno del Banco Nacional de Angola.
En contrapartida, en Portugal se especula con que la multimillonaria africana podría facilitar que Caixabank cumpla con una vieja aspiración: controlar totalmente el rumbo del banco luso.
De hecho, la firma catalana presentó una opa hace poco más de un año, aunque se encontró entonces con la firme oposición de Dos Santos.
Entonces, la cuestión clave fue el blindaje de los derechos de voto vigente en el BPI, que limita el poder de todos los accionistas al 20 %.
En la práctica, eso hace que Caixabank tenga prácticamente el mismo peso a la hora de tomar decisiones que Dos Santos a pesar de disponer del doble de acciones.
Diferentes analistas portugueses apuntan a que en caso de llegar a este acuerdo, la firma catalana relanzaría su OPA a un precio muy similar al ofrecido en 2015, de 1,329 euros por acción.
Los títulos del BPI cotizaban hoy a 1,277 euros después de subir cerca de un 4 % durante la sesión de ayer en la Bolsa de Lisboa.
La operación que "cocinan" catalanes y angoleños supone el pistoletazo de salida para la anunciada reestructuración de la banca en Portugal, con el concurso para vender el Novo Banco -heredero de los activos sanos del Banco Espírito Santo- reabierto desde principios de este año.