El Banco de España propone un cambio normativo para el cálculo de provisiones
El Banco de España ha puesto hoy a consulta pública una nueva circular en la que se modifica la metodología[…]
El Banco de España ha puesto hoy a consulta pública una nueva circular en la que se modifica la metodología del sistema de cálculo de las provisiones de la banca, y se adapta a las normas internacionales de Información Financiera adoptadas por los reglamentos de la Unión Europea.
Según explica el texto de la circular que estará a consulta pública hasta el 19 de febrero, los nuevos criterios introducidos en la citada norma prevén reforzar la gestión del riesgo de crédito, la correcta clasificación de las operaciones, la solidez de las estimaciones de provisiones, y el adecuado tratamiento de las garantías reales a efectos contables.
Y todo ello sin perjuicio de una futura modificación de las normas de la Unión Europea que adaptará los criterios de cobertura al modelo de pérdida esperada que entrará en vigor en 2018.
Con este nuevo sistema, que entrará en vigor dentro de dos años, los bancos ya no tendrán que esperar a que la pérdida de un activo se haya materializado para constituir las provisiones, ya que deben hacer la cobertura con antelación.
Entre las modificación que incluye la norma, destaca el desarrollo de los requisitos mínimos que deben cumplir las metodologías que desarrollen las propias entidades para estimar sus provisiones de forma interna.
También, la norma, dentro de la clasificación de las operaciones en función del riesgo de crédito por insolvencia, establece la desaparición de la categoría de subestándar (con riesgo de entrar en mora, o morosos).
En su lugar, se incluye una nueva subcategoría de riesgos, "en vigilancia especial", que incluye las operaciones que presentan debilidades en su solvencia pero sin plantear dudas sobre su reembolso total, entre otras, las operaciones reestructuradas o refinanciadas e identificadas como "en período de prueba".
Según la norma, las entidades deberán aplicar los nuevos criterios contables de forma retroactiva e informarán de su impacto en las cuentas anuales individuales y consolidadas de 2016.
Según fuentes financieras, tras la puesta en marcha de la norma, las provisiones de las entidades no sufrirán mucha variación y su nivel será suficiente.