Bruselas propone reforzar la vigilancia de las grandes firmas de inversión

La Comisión Europea (CE) propuso hoy reforzar la vigilancia de las grandes firmas de inversión para que esta sea tan[…]

La Comisión Europea (CE) propuso hoy reforzar la vigilancia de las grandes firmas de inversión para que esta sea tan estricta como la de los bancos, una medida que afectará sobre todo a empresas con sede en el Reino Unido que podrían quedar fuera de la Unión Europea (UE) tras el "brexit".

Las firmas de inversión proporcionan servicios como asesoría, gestión de carteras de inversión, ejecución de órdenes para clientes o compraventa de instrumentos financieros, pero no toman depósitos ni ofrecen créditos como hacen los bancos, por lo que el riesgo que entrañan sus actividades para la economía en general es diferente.

Bruselas quiere ahora adaptar las normas de supervisión para estas empresas en función de su tamaño y perfil de riesgo, de modo que las que se asemejan a los bancos estén más controladas pero las más pequeñas no tengan que lidiar con requisitos desproporcionados.

Para ello propone una nueva clasificación de estas entidades, de modo que las más grandes -aquellas cuyos problemas puedan tener repercusión sobre todo el sistema- deberán cumplir las estrictas directivas de requisitos de capital europeas que se aplican a los bancos.

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Esto supone que tendrán que respetar, entre otros elementos, los límites a los bonus que reciben los altos cargos, al tiempo que pasarán a estar bajo supervisión del Banco Central Europeo.

Entrarán en esta categoría aquellas entidades que tengan activos por más de 30.000 millones de euros o que realicen actividades de aseguramiento de emisiones o que negocian por cuenta propia, operaciones que implican un riesgo similar al de las instituciones de crédito, según la CE.

La mayoría de estas firmas se encuentran en el Reino Unido, pero "muchas están en proceso de reubicar parte de sus operaciones en los Veintisiete", recordó la Comisión en un comunicado.

Estas empresas se benefician hoy del llamado "pasaporte financiero", que permite operar en toda la UE aunque tengan su sede en Londres.

Pero una vez que el Reino Unido salga del bloque este dejará de funcionar y solo tendrán dos opciones para seguir operando en territorio comunitario.

La primera alternativa pasa por establecer una subsidiaria en algún Estado miembro, y la segunda que Bruselas reconozca como "equivalentes" las reglas de Reino Unido a las de la UE, un proceso largo, complicado y que la Comisión prevé endurecer.

De hecho, la propuesta indica que para aquellos terceros países dónde la equivalencia vaya a beneficiar a firmas de inversión sistémicas -lo que sería el caso de Reino Unido- "cualquier análisis de equivalencia tendrá que ser muy detallado y granular y evaluar también la convergencia supervisora con la UE", señaló la CE.

Por otro lado, las firmas de inversión que no sean sistémicas dejarán de ser reguladas por las directivas de requisitos de capital y pasarán a estar bajo un nuevo régimen.

De entre estas, las "más pequeñas y con menos riesgo" tendrán exigencias más sencillas y ningún requisito adicional en materia de gobierno corporativo o remuneración, mientras que para aquellas algo mayores se fijarán requisitos en función del riesgo de las actividades concretas que realicen.

Bruselas cree que las medidas no aumentarán "significativamente" los requisitos de capital.

La propuesta debe ser ahora debatida por los países de la UE y la Eurocámara.

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