Una Lagarde continuista adelanta un cambio estratégico y una mejora de la inflación

La nueva presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha comenzado la rueda de prensa posterior a la reunión del[…]

La nueva presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha comenzado la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE haciendo una referencia a la política monetaria. "Esperamos que las compras netas se ejecuten durante el tiempo que sea necesario para reforzar el impacto acomodaticio de nuestras tasas de interés, y que finalicen poco antes de comenzar a elevar las tasas de interés clave del BCE", ha señalado. El BCE ha dejado inalterados los tipos de interés en el 0% y la facilidad de depósito en el -0,50%, Asimismo, comprará deuda a razón de 20.000 millones de euros al mes. Aunque ha comentado que su plan es comenzar la revisión estratégica de la política  monetaria en enero y terminarla a final de año. La presidenta considera que es el momento adecuado puesto que el mandato del BCE no se ha modificado en 16 años. Y ha insistido que se mantendrán los tipos bajos durante un largo periodo de tiempo. 

Asimismo, ha recordado que el organismo tiene la intención de continuar reinvirtiendo, en su totalidad, los pagos del principal de los valores que vencen comprados bajo la APP durante un período prolongado después de la fecha en que comenzamos a elevar las tasas de interés clave del BCE.

Durante su intervención Lagarde ha insistido en la necesidad de adoptar el último paquete de medidas expansivas puesto que proporciona un estímulo monetario sustancial, que garantiza condiciones financieras favorables para todos los sectores de la economía. En ese sentido, los datos entrantes apuntan a continuas presiones de inflación silenciadas y una dinámica de crecimiento débil de la zona del euro, aunque hay algunos signos iniciales de estabilización en la desaceleración del crecimiento y de un leve aumento de la inflación subyacente en línea con las expectativas. 

Pero Lagarde, al igual que su sucesor, ha hecho un llamamiento a los países europeos para recordarles que sin política fiscal, las medidas expansivas tienen un efecto limitado. "Los gobiernos con espacio fiscal deben estar listos para actuar de manera efectiva y oportuna. En los países donde la deuda pública es alta, los gobiernos deben seguir políticas prudentes y cumplir con los objetivos de equilibrio estructural".

Durante su intervención ha revisado las previsiones macro y de inflación para 2021 y 2022. Así, el crecimiento de la eurozona mejorará en 2021 hasta el 1,4% desde el 1% para 2020 y la inflación se situará en tasas del 1,4% en 2021 y del 1,6% en 2022, muy cerca ya del objetivo del 2% que persigue el BCE. 

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