Aplazar las cuentas vivienda: ¿Solución o parche?

 El ministro de Economía, Pedro Solbes, reconoce que el Gobierno estudia la posibilidad de ampliar el plazo de las cuentas[…]

 El ministro de Economía, Pedro Solbes, reconoce que el Gobierno estudia la posibilidad de ampliar el plazo de las cuentas vivienda en dos años, hasta seis, dado que la actual restricción crediticia hace que muchos titulares no puedan ejercer la compra de una vivienda "en contra de su voluntad". Es, en parte, la propuesta que realizó la Asociación Hipotecaria de España ante la Comisión de vivienda del Congreso y que apoyaban tanto el Reaf (Colegio de Economistas de España) como Adicae (Asociación de usuarios de bancos, cajas de ahorros y seguros).

Y digo en parte porque Solbes no está para concesiones y no quiere que en esos dos años adicionales los 230.000 españoles afectados puedan beneficiarse de las ventajas fiscales. Si acaso, el economista alicantino ofrece que esa ampliación no suponga "sufrir ninguna obligación con Hacienda". Vamos, que si pasados esos dos años la situación sigue siendo negativa y el acceso a la vivienda se mantiene complicada, que los intereses de demora no pasen de cuatro a seis años. Asegura el ministro que en la actualidad lo que más se necesita es vender viviendas y que, por tanto, "el retraso en la cuenta vivienda plantea una cierta contradicción".

Recapitulemos, el Gobierno ofrece un aplazamiento de dos años sin beneficios ni penalizaciones a los propietarios de una cuenta vivienda para que puedan encontrar vivienda o financiación. El problema no es nuevo. Siempre se han producido situaciones a lo largo de la vida de las cuentas viviendas que han dificultado o imposibilitado su aplicación por parte de los usuarios.

Quizás ahora sea más grave, pero el aplazamiento no soluciona nada, es sólo un parche. A corto plazo, es positivo porque no castiga a un ahorrador que no puede invertir en una vivienda -como es su deseo- por problemas de financiación. A medio plazo, es negativo porque una cuenta vivienda sin desgravación fiscal no es rentable para el ahorrador (Hacienda y la inflación se comerán los intereses que generen esos ahorros). Y a largo plazo es un problema mucho más grave porque aumentan las posibilidades de que los ahorradores no puedan comprar.

La crisis dificultará el ahorro y aumentará el paro y ni Solbes ni nadie puede asegurar que los precios de la vivienda vuelvan a niveles razonables ni que los bancos flexibilicen las exigencias para los préstamos hipotecarios (sobre todo si les sigue subiendo la mora) en los próximos dos años.

Parece que el ministro considera que la solución a la crisis pasa por incentivar el consumo y penalizar el ahorro, una idea de primero de Económicas (nada que objetar), pero con el matiz de que estamos inmersos en la mayor crisis desde 1929, con una tasa de paro de más del 11% y con los precios de las viviendas todavía cerca de sus máximos históricos. Si Solbes espera sacarnos de la recesión obligando a los jóvenes con trabajos precarios y escasos ahorros a comprar una vivienda en los próximos dos años, entonces tenemos un problema muy grave.

Su objetivo no debería ser vender casas, sino estimular la economía y sólo tiene para ello medidas fiscales ¿Cuando va a empezar a aplicarlas?

En portada

Noticias de