Telefónica. Al coronavirus se le suma el diabólico efecto divisa

Telefónica tiene que hacer frente al impacto del coronavirus y al previsible menor gasto de los consumidores pero también al desplome del 25% que han sufrido las divisas en América Latina.

Las acciones de Telefónica están aguantando relativamente bien la tormenta financiera desatada por el coronavirus. Es cierto que la caída en el año ronda el 32%, un castigo duro, pero el valor consiguió recuperar el nivel de los 4 euros y parece haber entrado en una relativa fase de estabilización. Pero todavía quedan problemas serios que solucionar, y uno de ellos es el efecto divisa.

No es ninguna novedad que a Telefónica le puede llegar a hacer mucho daño su exposición a América Latina. Entre otras razones, ese fue uno de los motivos por el que el grupo aprovechó la gran revolución estratégica anunciada a finales del año pasado para crear Telefónica Hispam, con la idea de agrupar los activos y ponerlos a la venta.  

Y es cierto que ha habido compradores interesados, incluso el magnate mexicano Carlos Slim sondeó la operación, pero la pandemia ha complicado mucho esta operación.

El problema ahora pasa por la fuerte depreciación que han sufrido las divisas de Latinoamérica. “Ante el riesgo de posibles depreciaciones adicionales, preferimos ser prudentes debido al fuerte deterioro sufrido por las divisas Latam, que han perdido en torno a un 25% de su valor en el año”, dicen los analistas de Renta 4 Banco tras sacar a Telefónica de su cartera recomendada.

Brasil, que es uno de los principales focos de crecimiento de Telefónica, está sufriendo una depreciación muy agresiva de la moneda en los últimos meses

En el caso de Telefónica, el matiz es importante porque el efecto divisa afecta al 42% de los ingresos del grupo. En Deutsche Bank también son conscientes de esta cuestión y apuntan que Telefónica es la teleco más expuesta al efecto divisa, con un potencial impacto sobre el ebitda en lo que llevamos de año que cifran en el 4,8%, frente al 2,7% que calculan para Telecom Italia.

Brasil, en el punto de mira

Por supuesto, el grueso del daño por el efecto divisa llega por Brasil, que “es uno de los principales focos de crecimiento de Telefónica y está sufriendo una depreciación muy agresiva de la moneda en los últimos meses”, dice Juan Peña, analista de GVC Gaesco Valores.

Aunque el coronavirus lo ha arrasado todo, lo cierto es que la macro de Brasil ya no era muy boyante antes de explotar la crisis, lo que refleja las caídas del real brasileño en enero y febrero.

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El problema ahora es que Telefónica puede ver en riesgo su objetivo de lograr 2.000 millones de euros de generación de caja en los próximos años. “Uno de los objetivos era la generación de caja, pero si la moneda se deprecia un 20%, ahí tienes un agujero bastante grande. El resto de mercados de Telefónica no son tan generadores de caja como Brasil”, recalca Peña.

El resto de mercados de Telefónica no son tan generadores de caja como Brasil. Así, Alemania y Reino Unido irán bien pero tampoco son una máquina de generar caja. "Nos encontramos con un horizonte un pelín preocupante”, asegura el experto de GVC Gaesco Valores.

Vender Hispam, mucho más dificil

Por otro lado, en un contexto de ralentización económica o recesión, hay muchas probabilidades de que se ven frenadas las subidas de precios de Movistar Fusión que se han dado en los últimos años, porque la gente va a estar mucho menos dispuesta a pagar más dinero.

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De hecho, en la base de clientes de Telefónica (que se estratifica en tres niveles, high, mid y low) “estamos viendo un estiramiento en el que se está vaciando el medio y se están desplazando muchos clientes abajo, por la pujanza de O2 como por los paquetes básicos” apunta Peña.

Es decir, la multinacional está perdiendo clientes que pagan más y este proceso se puede acentuar en un contexto en el que la gente va a mirar más el precio.  

Finalmente, la crisis del coronavirus hace que la venta de la división Latam sea aún más complicada. “Siempre la hemos visto como muy positiva, pero en este contexto, cualquier inversor que vaya a hacer una oferta se lo va a pensar mucho, y si al final se decide, será una oferta mucho más baja que la que tenía pensada hace tres meses. Y esto a Telefónica le perjudica”, remacha Peña.

Algunos brotes verdes

En la parte positiva, a Telefónica le favorece el hecho de que el sector de las telecomunicaciones es uno de los más beneficiados en este contexto.

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De entrada, no se paraliza su actividad, que eso ya es mucho. Además, los gobiernos han entendido con esta crisis que son una crítica y los organismos internacionales están viendo con muchos mejores ojos a estas empresas.

En el caso de la operadora española, además, el mercado se ha podido pasar de la ralla. Así, el consenso de analistas de Bloomberg calcula un precio objetivo a doce meses de 7,08 euros, lo que ofrece un potencial alcista del 66% sobre los precios actuales.

“Creemos que el castigo recibido ha sido excesivo, ya que han caído todos los sectores indiscriminadamente, y tiene que llegar un momento en el que las cosas se normalicen”, recuerda Peña.

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