Caso Bankia. El impacto de la sentencia en próximas OPV

La sentencia del caso Bankia dificultará las próximas OPV porque crea incertidumbre sobre el correcto funcionamiento de los supervisores

Pocas sentencias de la Audiencia Nacional han causado tanto desconcierto como la dictada por la salida a bolsa (OPV) de Bankia, que, después de un proceso de diez meses, absolvía a los 34 acusados, con Rodrigo Rato a la cabea, de los delitos de estafa a los inversores y falsedad contable. 

El motivo de la absolución, según la sentencia, es que la OPV de Bankia contó con la aprobación de todos los supervisores: Banco de España (BdE), Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el FROB y la Autoridad Bancaria Europea.

La sentencia establece que “tanto la decisión de salir a bolsa como la determinación de hacerlo con la estructura de doble banco fueron resoluciones enteramente contempladas por el Banco de España, que además las aprobó después de calibrar las ventajas y los inconvenientes que dichas decisiones conllevaban”.

Añade que “lo que resulta evidente a todas luces es que el proceso fue intensamente supervisado con éxito por el Banco de España, la CNMV, el FROB y la EBA, contando, en definitiva, con la aprobación de todas las Instituciones”.

Esta parte de la sentencia no deja en buen lugar a los supervisores, si se tiene en cuenta que después de una “intensa supervisión” y de que Bankia saliera a bolsa el 20 de julio de 2011, diez meses más tarde tuvo que ser rescatada por el Estado, que pagó 22.424 millones con dinero público.

Según Fernando Zunzunegui, profesor de Derecho del Mercado Financiero de la Universidad Carlos III, “los más perjudicados por la sentencia son los supervisores. El Banco de España no debió anteponer la solvencia de Bankia a la protección de los ahorradores y la CNMV debió haber destacado en negrita y en la primera página del folleto que se trataba de una inversión de alto riesgo, por destinarse a recapitalizar un banco en graves dificultades”.

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La sentencia no ha gustado la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC), una de las acusaciones particulares en el juicio.

Según ha informado en Twitter el abogado de Aemec, Javier Cremades, van a recurrir la sentencia porque “un asunto de esta importancia e impacto social debe ser revisado por el Tribunal Supremo. Lo haremos en nombre de un amplio número de accionistas en cuya representación hemos liderado la acusación particular del caso”.

También Manuel Pardos, presidente de la asociación de consumidores Adicae, ha calificado la sentencia de "poco transparente", y considera que con ella "no se hace justicia", por lo que está pensando en recurrirla.

¿Tenía que haber salido a bolsa?

La cuestión que se plantea es si Bankia estaba en condiciones de salir a bolsa. Según Fernando Zunzunegui, cualquier empresa, incluso en concurso de acreedores, puede cotizar en bolsa, y ampliar capital para recapitalizarse.

Pero considera que la apelación al ahorro del público debe hacerse con un aviso claro de los riesgos. “Bankia podía salir a bolsa, pero advirtiendo a los ahorradores de que participaban en una fuga hacia delante, en una operación de Estado para evitar un posible rescate”.

Rescate que finalmente se produjo porque las cuentas no estaban claras, y así lo advirtieron peritos del Banco de España al señalar que los directivos de Bankia habían “maquillado las cuentas” para lograr su salida a bolsa, pero lo supervisores hicieron caso omisos a estas advertencias y dieron el sí.

Las cifras de Bankia no cuadraban. En 2011 reflejaban beneficios de 309 millones, pero en 2012, cuando José Ignacio Goirigolzarri llegó a la presidencia de la entidad, aparecieron en los libros unas pérdidas de 2.979 millones de euros, lo que significa que en la supervisión del Banco de España algo falló.

Recayeron sospechas sobre los supervisores, y los responsables del BdE y de la CNMV llegaron a estar imputados en la causa durante la instrucción, aunque las actuaciones contra ellos se archivaron en 2017.

En opinión de Zunzunegui, lo que está claro “es que la información contable de Bankia no reflejaba su imagen fiel. Es notorio que, si a los pocos meses necesitó más de 22.000 millones de los contribuyentes para superar sus pérdidas, al salir a bolsa se encontraba en graves dificultades”.

¿Un folleto veraz?

Respecto al folleto de la salida a bolsa, la sentencia considera que “contenía una amplia y certera información financiera y no financiera y que era más que suficiente para que los inversores se formasen un criterio razonado sobre el valor de la compañía que se estaba ofertando, una información que había sido elaborada con la supervisión y obedeciendo a los requerimientos del Banco de España, siendo luego refrendada por la CNMV al registrar el folleto”.

Pero, según los expertos, la información del folleto no reflejaba la imagen fiel de la entidad y no advertía con claridad del riego que asumían los inversores, ya que según Zunzunegui, “recoger un largo listado de 36 riesgos habidos y por haber, no es informar con la precisión requerida”.

Asegura que los ahorradores que acudieron a la salida a bolsa de Bankia no fueron advertidos con claridad y de forma destacada de que su dinero se destinaba a recapitalizar un banco en situación de graves dificultades.

Desconfianza hacia las OPV

Pero el caso Bankia no solo tendrá repercusiones negativas para los accionistas que acudieron a la OPV. Su salida a bolsa puede generar un precedente negativo, y aquellos inversores que tengan intención de acudir a una OPV se lo piensen dos veces a la hora de invertir porque desconfíen de si la documentación presentada pueda estar manipulada o falseada.

“Estas operaciones se van a dificultar”, asegura Fernando Zunzunegui, al crear incertidumbre sobre el correcto funcionamiento de los supervisores, pieza imprescindible, en su opinión, para garantizar el buen funcionamiento de los mercados.

Además, según el profesor, “el caso Bankia es un fraude sin responsables, que daña la reputación de nuestro mercado y la confianza de los inversores”.

¿Los accionistas tendrán que devolver el dinero?

La OPV de Bankia afectó a más de 400.000 pequeños inversores, de los que una parte acudió a los tribunales y estos fallaron a su favor por lo que Bankia les tuvo que indemnizar.

La pregunta que ahora se les plantea es si tendrán que devolver ese dinero tras la sentencia dictada por la Audiencia Nacional. Según los expertos ese dictamen no supondrá “en ningún caso”, la devolución de las cantidades recuperadas por los pequeños inversores.  

A juicio de Fernando Zunzunegui, “la devolución fue consecuencia de dos sentencias del pleno de la sala civil del Tribunal Supremo. Fue lo correcto y no debería revertirse”.

Es más, apunta que es muy probable que por decisión del Tribunal Europeo, Caixabank se vea obligada a devolver la inversión captada por Bankia de inversores institucionales.

Asegura que la absolución penal de los 34 acusados, entre los que se encuentra el exdirector del FMI, Rodrigo Rato, no les exime de la responsabilidad civil frente a los ahorradores perjudicados.

"Que no haya falsedad o mala intención, según dice la sentencia de la Audiencia Nacional, es compatible con la existencia de omisiones en perjuicio de los inversores, que justifican la indemnización en el plano civil”, argumenta Zunzunegui.

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