Tras el nacimiento de BME Fondos: ¿Revolución en la industria?

El verano marcará el pistoletazo de salida para BME Fondos, la plataforma en la que se podrán comprar, vender y traspasar estos vehículos como si de acciones de tratara. Un lanzamiento con importantes implicaciones: favorecerá el impulso de la industria d

BME Fondos: así se llamará el segmento de mercado dedicado a fondos de inversión que lanzará BME el próximo 27 de junio. Tras años especulando con la creación de esta plataforma en la que los fondos se podrán comprar y vender como si de acciones se tratara, el negocio despegará a comienzos del verano, según un reciente comunicado de Bolsas y Mercados Españoles. 

En concreto, el segmento de mercado dedicado a la suscripción, reembolso y traspaso de estos vehículos estará abierto a todo tipo de fondos de inversión, de gestoras tanto nacionales como internacionales, siempre que estén registrados en la CNMV. Ésa será la condición imprescindible y las gestoras valoran ahora su inclusión. Según la información emitida por BME, se podrán admitir en el segmento «fondos de inversión o clases de fondos que deberán estar anotados en cuenta». La suscripción, reembolso y traspaso de fondos de inversión se realizará en un nuevo segmento específico de negociación en el MAB, donde ya existe un segmento similar con las sicavs. 

Hasta aquí todo claro pero menos lo es hasta qué punto este proyecto será una revolución en la industria de gestión de activos española. Las implicaciones son difusas y, al menos hasta que se conozcan todos los detalles de la plataforma, las gestoras nacionales e internacionales consideran en su mayoría que es demasiado pronto para hacer valoraciones. Pero algunos asesores y expertos ya van dibujando algunas de las consecuencias que podría tener y se atreven a vaticinar que este desarrollo favorecerá el impulso de la industria de fondos en España y también el de su actividad de asesoramiento, y consideran que los principales beneficiados serán en primer lugar los clientes, y segundo término las gestoras independientes sin redes, con mayores dificultades de distribución al cliente minorista, y de calidad. 

El impulso que supone un canal adicional

En primer lugar, destacan el impulso para la industria que podría suponer contar con un canal adicional de compra y venta de fondos, más accesible que los tradicionales y ya existentes, a los que BME Fondos hará competencia. «Desde Inverco valoramos muy positivamente la plataforma, porque como asociación que representa a las IIC, entendemos que cuantos más canales haya para facilitar el acceso del inversor al producto mucho mejor», dice Elisa Ricón, directora general de la organización. «Al ser una plataforma más accesible al gran público, sí creo que ayudará a impulsar el negocio», añade Martín Huete desde Finizens, convencido de que el proyecto «sin duda será beneficioso para la industria y sobre todo para las gestoras independientes, a las que hasta ahora, por no tener una red de distribución bancaria cautiva, les era más complicado conseguir aportaciones a sus fondos». 

También Fernando de Roda Lamsfus, socio de Orienta Capital, considera que el nuevo segmento de negociación de fondos va a ser positivo para la industria en general, si bien explica que afectará en diferente medida a los distintos participantes: «El impulso del negocio se centrará en los gestores que destaquen por su calidad de gestión, los cuales tendrán una mejor oportunidad de poder captar clientes a través de este nuevo mercado. Los gestores mediocres no querrán en absoluto estar presentes en esta nueva plataforma», explica. 

Adcmás, considera que «el nuevo mercado va a contribuir a que la implantación de MiFID II separe más nítidamente los gastos de comercialización de los fondos de los de gestión». En su opinión, ello tendrá como efecto un incremento de los clientes asesorados o gestionados por los especialistas. 

Guillermo Santos, desde la EAFI iCapital, condiciona el éxito a la postura de la banca y las propias gestoras. Así, considera que la plataforma «será un canal más que podrá convertirse en una referencia o no dependiendo de la postura que tomen los distribuidores principales de fondos (principalmente la banca) hacia la arquitectura abierta y de cómo se posicionen las propias gestoras». 

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Beneficiados y perjudicados

En referencia al diferente impacto en los actores del mercado, hay consenso: las gestoras independientes y sin red se verán beneficiadas, en principio, mientras las grandes, que hasta ahora contaban con la dificultad de sus competidores para la distribución al inversor minorista, tendrán que afrontar esta nueva realidad. «Creemos que los más interesados podrían ser, a priori, aquellas entidades que no dispongan de red de distribución», dice Ricón. 

Huete coincide en que el proyecto beneficiará a la industria en general pero sobre todo a las entidades independientes: «Al final se romperá el absurdo de solo poder comprar en el banco los fondos que a la entidad le interesaba vender al cliente pues ahora podrá comprar cualquier fondo desde cualquier banco o empresa de servicios de inversión que esté conectada a BME», afirma. Y ofrece un ejemplo gráfico: «Lo que pasaba ahora era como si fueses a comprar acciones de Repsol y el de la ventanilla del banco te dijera 'no, lo siento, solo le puedo vender acciones de este banco y las de NH, con el que sí tengo un acuerdo'. Con la nueva plataforma, teóricamente se podrán comprar fondos de BBVA AM desde una sucursal del Santander o viceversa». 

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Para Orienta Capital, los beneficiarios van a ser «las pequeñas gestoras que vienen obteniendo brillantes resultados, en muchos casos desconocidas para el gran público, las cuales van a poder darse a conocer más fácilmente y captar inversores de una forma sencilla». Pero, por encima de eso, los principales beneficiarios van a ser los ahorradores, dado que BME Fondos va a fomentar la competencia entre los distintas entidades presentes en este mercado. 

En el lado negativo, «las actuales plataformas van a contemplar la aparición de un potente competidor por lo que va a ser necesario que retoquen su oferta». También entre las perjudicadas estarán las entidades que ofrecen «un mediocre asesoramiento o gestión, sean bancarias o no. No van a estar interesadas en estar presentes en el mercado, lo cual puede ser percibido por sus clientes como una actitud defensiva y negativa», advierte De Roda. 

Coincide Santos: «En principio los grandes beneficiados son las gestoras pequeñas y boutiques que están más olvidadas por las grandes redes de distribución y que no cuentan con venta directa al minorista o ésta es residual. Los perjudicados podrían ser las plataformas ya existentes, a quienes podría repercutir en su negocio», explica. Pero matiza: «El esquema de accesibilidad y costes será determinante; habrá que analizar si estos cambios tienen consecuencias en las comisiones de los vehículos, tanto unos como otros, e incluso si los inversores, en función de su categoría, se verán afectados de diferente forma», añade. Según iCapital EAFI, en general, «el mayor o menor beneficio dependerá del posicionamiento de la banca, gestores y nivel de eficiencia». 

Facilitar el trabajo de los asesores

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Otra de las consecuencias del proyecto es que facilitará el trabajo de los asesores, al poner en bandeja la desintermediación y también al favorecer el lanzamiento de clases limpias y más económicas que permitan poner más en valor su actividad de asesoramiento. Además, los asesores pueden beneficiarse de la mejora de servicios que un incremento de la competencia puede llevar a las diferentes plataformas a hacer más competitiva su oferta y también de una mayor accesibilidad para el inversor. «Siempre es positivo tener más de un canal para acceder a los activos financieros, en este caso los fondos, porque puedes ganar en eficiencia», dice Santos.
Y también podría facilitar el funcionamiento de herramientas como los gestores automatizados o roboadvisors, al suponer un acceso más fácil a los fondos que se recomienden. En el caso de Finizens, Huete explica que, para futuros productos, «puede ser una posibilidad a considerar sin duda si la aplicación práctica de la plataforma de BME no se enreda en los pequeños detalles y demuestra ser ágil y eficiente». 

¿Series limpias de fondos bajo MiFID II?

Según los expertos, el mercado bursátil podría fomentar la aparición de series limpias, de bajas comisiones, de las que se hayan excluido los costes de comercialización. Y, de esta forma, podría parecer más fácil el cobro de comisiones por asesoramiento. Así, para Orienta Capital, la justificación para ello es clara: «En este nuevo mercado, los costes de comercialización quedan prácticamente reducidos al corretaje y tasas cobrados por el broker miembro del mercado. Ello puede llevar a extender la comercialización de estas series en el resto de las plataformas», dice De Roda. Pero en la entidad creen que estaría justificado que las series baratas se restringieran para ser adquiridas por clientes del canal bursátil o por aquellos que tengan contratados servicios de asesoramiento o gestión, por los que paguen a un especialista. «No nos parece ni conveniente ni justificable el pasar a unos márgenes ridículos para las entidades que venden este tipo de productos», dice. 

De hecho, las gestoras seguirán esperando verse retribuidas por unas retrocesiones de comisiones en el caso de servicios de asesoramiento dependiente, bajo MiFID II: «El cobro de retrocesiones no impide que las entidades que las perciben sean absolutamente transparentes con sus clientes, de tal forma que éstos conozcan exactamente lo que su entidad gana al prestarle el servicio», matiza. 

La plataforma llega en un momento en el que se pone en marcha MiFID II, normativa que, con el propósito de mejorar la protección del inversor, se dispone a garantizar una mayor transparencia en el mundo del asesoramiento y con importantes repercusiones también para las gestoras. BME Fondos, dice Huete, «es un catalizador más en la profunda transformación que va a experimentar la industria y un hito más en la necesaria desintermediación bancaria frente a MiFID II». Y añade: «Aunque estamos seguros que el lobby bancario presionará para una transposición «light» de la normativa, sí servirá para evitar el proceloso mundo de las retrocesiones y clases E que impusieron las redes bancarias».

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