ETFs, la mejor solución para invertir en bolsa americana

No conviene quedarse fuera de uno de los mercados con más empresas innovadoras. Para entrar en él, lo idóneo son los ETFs

Invertir en renta variable estadounidense es ya una estrategia común para cualquier inversor. De hecho, cualquier cartera diversificada tiene hoy en día un peso importante en ese mercado e índices de bolsa global como el conocido MSCI World, por ejemplo, tienen un destacado sesgo hacia Estados Unidos, con un 60% de las compañías listadas originarias de ese país. Asimismo, muchas de las empresas más innovadoras del mundo, como Google, Facebook, Amazon, Microsoft o Apple, cotizan en el mercado americano, por lo que quedarse fuera del mismo es renunciar a su fuerte potencial de revalorización. Pero, ¿cual es la mejor forma de tener exposición a la bolsa de este país para el inversor medio? Mediante fondos tenemos dos opciones: la gestión activa o los fondos cotizados (ETFs). 

Pero la realidad es que, en una bolsa históricamente tan eficiente como la estadounidense, la gestión pasiva (los ETFs) lo ha hecho mejor en casi todos los plazos. Un estudio de Morningstar así lo demuestra. En concreto, si tomamos los fondos activos más caros de la categoría, menos de un 2% de ellos baten a los fondos cotizados. Pero incluso aunque busquemos los fondos activos con menores costes de la categoría, menos de un 20% logran tener un comportamiento mejor que la gestión pasiva. Es decir que, en el mejor de los casos, tiene un 80% de posibilidades de que su fondo activo obtenga menos rentabilidad que el fondo cotizado equivalente. Y, en el peor escenario, más de un 98%.

Pero es que, además, los ETFs actuales no solo replican a los índices estadounidenses, sino que son capaces de batirlos de forma consistente en el tiempo. Pongamos el ejemplo del principal índice estadounidense, el Standard & Poors 500, y un producto que lo replica, el Invesco S&P 500 ETF. Cuando uno invierte en Estados Unidos desde fuera del país, sufre una retención fiscal del 30% de los dividendos que pagan las empresas. Es decir, que recibe el 100% de lo que se revaloriza el índice y solo un 70% del dividendo. Pero existen acuerdos fiscales con Estados Unidos que permiten a los ETFs reducir esa retención fiscal y batir así a su índice de referencia. Gracias a esta diferencia y al hecho de que las comisiones de estos fondos cotizados son muy bajas (en el caso del ETF de Invesco, el inversor paga un 0,05% al año, mientras que los costes de los fondos activos superan el 1% en muchos casos). Entre ambas cosas no es extraño, por tanto, que la rentabilidad del ETF supere consistentemente al S&P 500 Net Total Return. Así, a 30 de junio, su rentabilidad a 12 meses era un 0,52% superior a la del índice. 

Para aquellos inversores que quieran invertir en ETFs de bolsa estadounidense, existen varias opciones. Además de ETFs que replican al principal índice, el S&P 500, también hay productos de gestión pasiva que replican otros índices relevantes, como el MSCI USA (también con un coste del 0,05%) o el Russell 2000 (de las 2.000 principales empresas de mediana y pequeña capitalización).

El inversor también puede optar por una asignación más localizada, centrándose en uno o varios sectores. En los últimos años, también se ha observado interés por invertir en segmentos de moda como el 'value' o el 'growth'. Gracias a los ETFs, hay un inmenso abanico de posibilidades de inversión con un coste muy bajo. 

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