¿Dónde ha estado la rentabilidad en 2011?

Muy pocas veces ha sido tan difícil invertir. En 2011, prácticamente ninguna bolsa del mundo se ha salvado de los[…]

Muy pocas veces ha sido tan difícil invertir. En 2011, prácticamente ninguna bolsa del mundo se ha salvado de los números rojos. Ni siquiera las emergentes. La renta fija se ha convertido en un activo peligroso, aunque se han salvado algunas deudas soberanas, como la británica, la alemana y la estadounidense. Posiblemente, la mejor parte se la hayan llevado las materias primas.

Los inversores terminan 2011 con la sensación de que no ha sido posible encontrar rentabilidad en ningún sitio. Y lo que es más: a medida que transcurría el ejercicio se ha hecho más complicado encontrar refugios seguros para el dinero. La renta fija, incluso la más segura, ha amagado con un pinchazo, al igual que el oro y divisas como el yen o el franco suizo.

Pero, ¿no ha habido rentabilidad por ningún sitio? Ha sido difícil ganar dinero, pero no imposible. Sigue habiendo mucha liquidez y ésta ha huido en desbandada hacia los fondos de deuda pública. Según el «ranking» de Morningstar, entre todos los fondos que se comercializan en España, los más rentables han sido los que apuestan por la deuda pública británica. Y también han destacado los que invierten en bonos de los países nórdicos, en parte apoyados por la revalorización de sus divisas. Y aunque la agencia de calificación crediticia quitaba la AAA a Estados Unidos este verano, ello apenas ha ensombrecido la evolución de los fondos que invierten en deuda pública americana.

En los fondos que invierten en renta variable la situación ha sido peor. Por sectores, la única categoría que llega al término de 2011 con rentabilidad positiva es la que invierte en el sector salud. Y, por zonas geográficas, incluso las categorías que apuestan por la renta variable estadounidense o británica terminan el año con rentabilidades medias negativas. Y las pérdidas que acumulan los fondos que invierten en China y en Brasil son comparables a las que cosechan los italianos, por ejemplo.

Hay vida más allá de la renta fija y de la renta variable  y, muchas veces, más rentabilidad. Este año, las materias primas han salido ganando. Tanto el petróleo, animado por las revoluciones árabes y el estrangulamiento de la oferta en Libia, por ejemplo; como el oro, que, sobre todo en la primera mitad del año, atrajo a los inversores para protegerse de la crisis de la deuda europea. 

El secreto en 2011 ha sido la diversificación. En 2012 también lo será. Precaución.

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