¿Cómo se preparan los gestores españoles ante las elecciones el 26-J?
A medida que se acerque la fecha de las elecciones en España, la volatilidad podría reactivarse en los mercados, azuzada por otros factores como el referéndum sobre el Brexit o la decisión de la Fed sobre una próxima subida de tipos. En ese contexto, algu
La incertidumbre no suele llevarse bien con los mercados y la de carácter político no es una excepción. En el mes de junio, los inversores tendrán que afrontar las dudas que generan eventos como la votación sobre el Brexit en el Reino Unido (el día 23) y, en España, la celebración de las segundas elecciones generales en seis meses (el 26). Y digerir estos acontecimientos concentrados en un periodo de solo cuatro días. Ahora, a algo más de tres semanas para ambas citas, los mercados tienen templados los nervios pero los expertos creen que, a medida que se acerque la fecha de las elecciones en España, y ante la difícil situación de gobernabilidad, la volatilidad podría reactivarse.
En este contexto, los gestores españoles se preparan de distintas formas: en algunos casos, con una cartera en compás de espera y poco invertida en el mercado nacional, hasta que la formación de un gobierno dé el pistoletazo de salida para dar rienda suelta a las ideas... u obligue a descartar la inversión. En otros, con la intención de aprovechar la volatilidad para aumentar posiciones si surgen atractivas oportunidades. Y no faltan quienes siguen muy positivos con los mercados en España, y no han movido su exposición ni un ápice ante la cita electoral, convencidos de que no habrá impacto.
En cualquier caso, los gestores tienen la vista puesta en sectores que pueden verse más afectados por el devenir político, como los negocios más regulados o dependientes del sector público. Sin olvidar la vigilancia obligada a los activos de deuda, sobre todo pública, que puede notar en mayor medida los resultados de las urnas. En general, los expertos prefieren un gobierno estable y que asegure la senda de reformas que se han venido realizando hasta ahora.
«España se enfrenta a una de las épocas más volátiles que se recuerda, y no es para menos», dice Mads Koefoed, jefe de estrategia macro de Saxo Bank, que habla de «demasiados frentes abiertos que hacen que el mercado esté navegando por mares muy agitados», y cita el Brexit, las elecciones generales y el tema catalán como los mayores retos que se avecinan. Aunque la situación no ha tenido aún repercusión en el PIB, en Lazard Frères Gestión advierten de que la incertidumbre política podría acabar afectando si la situación se prolonga.
¿Vuelta de la volatilidad?
Muchos expertos coinciden en que la volatilidad estará sobre la mesa en las próximas semanas, ya sea debido al proceso electoral en España, a otros factores como la amenaza de Brexit o la posible subida de tipos en EE.UU., o a una conjunción de todos estos eventos. «Habrá más volatilidad según se acerquen las citas del 23-J y 26-J: pueden surgir nervios, aunque el mercado descuenta que en el referéndum del Brexit el resultado sea «no». La volatilidad será resultado de una mezcla de ambos eventos», dice Jacobo Blanquer, consejero delegado de Tressis Gestión.
Algo que apoya Enrique Parra, responsable de Desarrollo de Negocio de Fidentiis Gestión, convencido de que pesarán muchas otras incertidumbres, además de las elecciones españolas: «Los diferentes resultados que salen publicados hasta el momento en las encuestas sobre la intención de voto no son homogéneos, y están ofreciendo cierta dispersión, por lo que deberíamos esperar un incremento en la volatilidad del mercado en España», explica. «Podría haber un aumento de volatilidad», coincide Iván Martín, director de Inversiones de Magallanes Value Investors, si bien añade que no basan las posiciones de sus carteras en acontecimientos cuyo desenlace no pueden predecir.
Y habrá más volatilidad, dicen los expertos, si los resultados o las encuestas se apartan de los resultados de las últimas elecciones: «Hasta ahora la volatilidad asociada al clima político ha sido mínima tanto en renta variable como en la deuda soberana, pues el escenario central que manejamos es el de las encuestas conocidas, muy próximo al que tuvimos en diciembre. La volatilidad, sobre todo en renta variable, aparecerá y aumentará en la medida en que las sucesivas encuestas nos aparten de ese escenario central», explica Enrique Lluva, subdirector de renta fija en Imantia Capital.
Jaume Puig, director general de GVC Gaesco Gestión, defiende sin embargo que el mercado español se mantendrá bastante al margen del 26-J por varios motivos: «En primer lugar, las encuestas son muy continuistas respecto a los resultados que hubo en las últimas elecciones; además, observamos en nuestras conversaciones con las empresas que en sus planes estratégicos los gobiernos tienen escasa influencia; y por último, existen otras variables macroeconómicas muy relevantes que están capitalizando el interés del mercado como por ejemplo la próxima subida de tipos de interés en EE.UU.», afirma el director general de GVC Gaesco Gestión.
¿Cuál es la opción?
La cita electoral en España suscita diferentes reacciones en los gestores españoles de renta variable y renta fija. Algunos, como Tressis Gestión, optan por estar infraponderados, a la espera de una mayor claridad política, en función de la cual decidirán si apostar o no por las acciones o la deuda nacionales: «Desde hace tiempo estamos infraponderados, y lo estaremos hasta que no sepamos qué gobierno vamos a tener, porque la política afecta a muchos sectores. Hasta que no veamos un gobierno no vamos a apoyar más a España, y las inversiones también dependerán de su color, porque si es morado no invertiríamos», dice Blanquer. En algunos fondos de renta fija tienen nula exposición a deuda pública española e incluso duración negativa, para protegerse en caso de que un potencial auge del populismo dispare las primas de riesgo. En renta variable, tienen algo de exposición, pero menos que un año antes, y concentran su inversión en sectores que pudieran verse menos afectados por la situación política y que obtienen la mayoría de sus ingresos fuera de España.
En esta misma línea de cautela y espera está Fidentiis Gestión: «No solo por la incertidumbre política en España sino por los diferentes riesgos que sobrevuelan Europa», dice Parra.
En Imantia, aseguran que ya rebajaron la exposición tras las últimas elecciones, bajando el nivel de inversión en cartera y sobre todo en sectores regulados. También en Magallanes Value Investors tienen muy poca exposición a bancos y a sectores regulados, pero la situación es igual que hace seis meses, o doce, o cuando se construyó la cartera. «La estructura de la cartera ibérica no va a variar de aquí a las elecciones en cuanto a su exposición sectorial o geográfica», dice Martín. Eso sí, se muestra dispuesto a aprovechar oportunidades si hay caídas.
Otros gestores indican que no cambiarán su cartera de cara a la cita electoral, aunque ahora están muy positivos con los mercados españoles. «Por el lado de renta variable, no hemos materializado cambios: seguimos prácticamente invertidos totalmente ya que el activo ofrece un potencial atractivo en el medio plazo a través de una selección de compañías adecuada», explica Didac Pérez Alonso, director de Inversiones de Caja Ingenieros Gestión. También apuesta por la renta fija: «Seguimos considerando atractivos los actuales niveles de TIR de los tramos medios y largos de la curva por lo que nuestro posicionamiento en carteras de deuda obedece a esa visión». Sin embargo, cree que es aquí donde los resultados electorales pueden impactar más, «ya que se observa cómo inversores institucionales están aplazando un posicionamiento más agresivo en deuda pública española hasta conocer el desenlace final».
También están totalmente invertidos en GVC Gaesco Gestión, y así seguirán: «Creemos que el mercado no va a cotizar negativamente el resultado electoral. Nos mantenemos largos de bolsa española, que cotiza con un gran descuento», dice Puig.