Cinco claves para construir carteras duraderas

Reglas de oro a tener en cuenta al planificar sus inversiones

Las incertidumbres, sobre todo en el ámbito político, seguirá causando volatilidad en los mercados en las próximas semanas y meses. Aunque es imposible predecir qué nos depara el futuro, debemos recordar que con cada desafío viene una oportunidad. «La clave para los inversores es que busquen el apoyo de gestores activos y con probada experiencia en entornos difíciles, que les ayuden a controlar sus emociones y a construir carteras duraderas sólidas, que optimicen la gestión del riesgo», defiende Sophie del Campo, directora general de Natixis Global AM para Iberia, Latinoamérica y US Offshore. Esta experta ofrece las cinco claves que siguen en la gestora para construir carteras a prueba de mercados revueltos:

1. Poner el riesgo como primer factor a la hora de construir la cartera: Los inversores deben intentar gestionar la volatilidad convirtiendo el riesgo, y no la rentabilidad, en el principal factor a la hora de realizar la asignación de activos. Para ello, el objetivo de las carteras debe ser en rango de riesgo consistente, y no un rango de rentabilidad potencial, incorporando las inversiones en función de su perfil de riesgo.

2. Aumentar la diversificación: Otro de los retos debe ser reducir el impacto de las fluctuaciones extremas del mercado haciendo uso de la gama de clases de activos y estrategias de inversión más amplia posible para mejorar la diversificación. Para ello es necesario combinar clases de activos tradicionales y alternativos con correlaciones bajas y con un nivel de riesgo definido.

3. Hacer un uso de los activos tradicionales más inteligente: Es necesario que los inversores hagan un mejor uso de las clases de activos tradicionales más inteligente (Smart beta), aprovechando el potencial a largo plazo de acciones y bonos. Incluso en el entorno de inversión actual, estas clases de activos aún tienen su sitio en la cartera. Sin embargo, los asesores e inversores deben comprender las fortalezas y debilidades de cada clase de activo en el contexto del control del riesgo general de la cartera y la generación de retornos potenciales.

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4. Incluir inversiones alternativas: Los inversores deberían considerar el empleo de clases de activos y estrategias de inversión alternativas para reducir la correlación, moderar la volatilidad y perseguir nuevas fuentes de alfa. Esto incluye estrategias como coberturas, ventas en corto y exposiciones largas o cortas a materias primas, divisas o activos inmobiliarios.

5. Ser consistentes en el tiempo: El proceso de construcción de carteras y ejecución por parte de los inversores debe ser consistente y centrarse en objetivos a largo plazo, con independencia de las fluctuaciones diarias del mercado.

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