El Novo Banco, antiguo BES, quiere despedir al 14 % de su plantilla

El Novo Banco, escisión saneada del Banco Espírito Santo (BES), anunció hoy su intención de despedir a 1.000 de sus trabajadores (14 % de la plantilla), 500 de ellos a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Según explican los sindicatos en un comunicado, el Novo Banco, que anunció este miércoles pérdidas de casi 1.000 millones de euros en 2015, pondrá en marcha esta medida por el plan de reestructuración dictado por la Comisión Europea (CE).

En la misma nota, condenaron el ERE y aconsejaron a los empleados afectados no firmar ningún documento sin haber consultado con especialistas de la comisión de trabajadores del banco o de los sindicatos.

En caso de que se ejecute, sería la segunda vez en la historia de la banca lusa que se utilizase un ERE para prescindir de trabajadores (en vez de las jubilaciones anticipadas pactadas, como es más habitual).

El primer ERE en la banca portuguesa se produjo a finales de 2014, cuando la filial lusa del banco español BBVA despidió a 177 empleados, el equivalente a una cuarta parte de su plantilla, debido a las pérdidas acumuladas durante los últimos años.

El Novo Banco ya ha prescindido del 5 % de su plantilla entre finales de 2014 y 2015, hasta los 7.311, y ha recortado sus gastos de operación en alrededor del 12 %.

De momento, la administración de Eduardo Stock da Cunha no se ha pronunciado oficialmente sobre estos recortes en personal.

La mayoría de los empleados del Novo Banco están en Portugal (unos 6.500) y cerca de un millar trabajan en las delegaciones internacionales (España, Reino Unido, Luxemburgo, Venezuela, la región china de Macao y Mozambique).

El Novo Banco, la tercera mayor entidad del país, se creó después de la quiebra del BES en agosto de 2014, tras detectarse irregularidades de gestión.

Entonces, fue recapitalizado con un crédito público de 3.900 millones de euros y otros 1.000 millones aportados por el resto de bancos portugueses.

Actualmente, se encuentra en proceso de venta en el que la prensa lusa apunta al interés de bancos españoles, entre ellos el Santander y Caixabank.