El jefe del operativo asegura que el piquete impidió entrada a trabajadores
En el segundo día del juicio contra los "ocho de Airbus", el jefe del operativo de la UIP que actuó[…]
En el segundo día del juicio contra los "ocho de Airbus", el jefe del operativo de la UIP que actuó en la puerta de la fábrica aeronáutica, durante la huelga general de 2010, ha indicado que el piquete en el que participaron los acusados impidió la entrada de los trabajadores a la planta.
En ese sentido, ha recordado un "incidente" que se produjo cuando una mujer embarazada "intentó entrar con un vehículo" en la fábrica, a la que "tiraron un petardo bajo el coche" y un miembro de la concentración se lanzó sobre él.
Según el agente, esta trabajadora recibió "insultos" e indicaciones de que "podía perder el niño por el ruido de los petardos".
El policía ha reconocido a dos de los acusados como los "interlocutores" con los que se entrevistó si bien ha asegurado que uno de ellos representaba a Comisiones Obreras y otro a UGT, cuando en realidad son ambos miembros de CCOO, cuestión en la que han hecho hincapié los abogados de la defensa.
Según el agente, estos portavoces le indicaron que "ese día no iba a entrar nadie a trabajar" a la factoría y que, en dos intentos que realizaron para tratar de que los empleados que deseaban acceder a su puesto lo hicieran, siguiendo órdenes de su superior, los concentrados "con los brazos entrelazados" lo impidieron.
Tras esos intentos, el policía ha manifestado que indicó a estos empleados que "esperasen un poco" para ver si, pasado algún tiempo, podían conseguir "meterlos" en la fábrica.
Según ha señalado, fue tras ese momento cuando se produjo el incidente al que ayer hicieron referencia los acusados, fruto de las "patadas y puñetazos" que recibió un trabajador que se introdujo en la concentración para tratar de acceder a la planta, momento en el que se pusieron "el casco" y sacaron la defensa.
El agente ha manifestado que, cuando trataban de "sacar" al empleado de la aglomeración, los policías también recibieron golpes con "conos y palos" y acabaron dentro del recinto de la fábrica junto con el trabajador agredido, donde quedaron encerrados, puesto que los miembros del piquete "cerraron la cancela".
En esa situación "un compañero" suyo realizó "disparos al aire", de manera que consiguió que los trabajadores concentrados retrocedieran, de forma que la puerta, que había quedado atrancada "con un objeto" volvió a abrirse y la situación se tranquilizó.
En cualquier caso, el agente no ha podido asegurar que ninguno de los acusados fueran los autores de las agresiones que se produjeron en aquellos momentos, identificando solo a los sindicalistas con los que dialogó durante la jornada.
Finalmente, y tras la llegada de refuerzos, el agente ha indicado que consiguieron que los trabajadores que así lo deseaban, entraran a trabajar, si bien lo hicieron "entre insultos".
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