Aernnova facturó 740 millones en 2018, un 5 % más

La empresa aeronáutica Aernnova subió su facturación el año pasado a 740 millones, un 5 % más que el año[…]

La empresa aeronáutica Aernnova subió su facturación el año pasado a 740 millones, un 5 % más que el año anterior, según ha avanzado su presidente, Iñaki López Gandasegui, que ha comentado que la firma tiene "espíritu de crecimiento, pero dando pasos seguros".

El presidente y consejero delegado de Aernnova ha explicado la situación de la empresa en una jornada organizada por la Cámara de Comercio de Bilbao.

Aernnova no cotiza en Bolsa y no suele hacer públicas sus cifras de negocio. Hoy, el presidente ha dado la facturación, que ascendió a 740 millones de euros, un crecimiento estable tras los 700 del 2017 y los 660 en 2016.

Tras los cambios de hace dos años, no ha habido más movimientos en los accionistas, con el fondo de inversión norteamericano Towerbrook como el principal.

Gandasegui, que conserva un paquete de acciones, ha reiterado que no hay intención de salir a Bolsa: "No hay a corto plazo ninguna idea, ni presión de los accionistas. Si al final crecemos, vía adquisiciones, dentro de tres, cuatro, cinco años, podría ser, pero no ahora".

Según Gandasegui, los nuevos accionistas "tienen bolsillo" (mayor capacidad financiera), lo que permitirá afrontar las inversiones.

La base será el crecimiento orgánico, aunque abiertos a algunas adquisiciones, con el ojo puesto en el mercado estadounidense, donde ya compraron el fabricante de componentes metálicos Brek el año pasado, "que va bien", ha detallado, y ayer anunciaron la compra de la ingeniería SIE.

Son compras pequeñas -entre las dos representarán el 6-7 por ciento de la facturación del grupo-, pero les permiten introducirse más en Estados Unidos, un mercado prioritario.

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"Tenemos espíritu de crecimiento, pero dando pasos seguros", ha insistido el presidente. En Europa no descartan comprar alguna compañía, pero nada importante. "En la aeronáutica, al revés que en el automóvil, los fabricantes no te obligan a implantarte cerca. Por ejemplo, no tiene sentido montar una planta industrial nueva en Alemania, no hace falta. Lo hacemos aquí. España es muy competitiva".

Según Gandasegui, la compañía crecerá los próximos años tanto por la cantidad de los pedidos que acumula como por la calidad.

Aernnova fabrica parte de las alas, fuselaje y empenajes (la cola). Su principal cliente es Airbus, participando en casi todos sus aviones. Destaca el nuevo A-350, uno de los contratos principales y que va a durar 35 o 40 años. "Si no fallamos, nos da una garantía importante para el futuro", ha señalado.

La decisión de Airbus de finalizar la producción de otro aparato, A-380, les va a influir poco en las cuentas, ya "desde hace cuatro años había bajado mucho la producción, solo seis aviones al año".

También ha empezado a colaborar con el otro gigante, Boeing: "Es una asignatura pendiente para nosotros. Hace dos años conseguimos un contrato para el 787 que nos está abriendo las puertas, porque está saliendo muy bien y Boeing está muy satisfecho", ha dicho el presidente de la compañía.

Además, fabrica desde hace años para dos compañías de aviones regionales, Embraer y Bombardier. En esta última, cuyo fuerte son los aviones de negocios, Airbus ha cogido el control, "lo que es importante porque supone un volumen de ventas para muchos años".

En helicópteros, un sector mucho más volátil, han firmado un contrato para Bell, conseguido por su presencia en México.

La estabilidad en el crecimiento se prevé para dos décadas: las previsiones de Airbus y Boeing son que en veinte años, para 2037, se duplique el número de aviones que vuelan actualmente, por lo que el panorama a largo plazo también es "muy positivo".

"Los contratos que tenemos son de larga duración, es difícil entrar, pero cuando entras, los contratos son de diez o quince años", ha subrayado.

La otra ventaja competitiva es la calidad de los composites -fibra de carbono impregnada con una resina- que fabrica Aernnova, y que están sustituyendo al aluminio, "lo que nos da una posición de fortaleza. Tenemos cinco plantas de composites en España".

El origen está en que cuando nació Airbus España se quedó con la cola, que se fabrica con composites, mientras el resto es metálico. Hoy, cuando los composites se quieren extender a todo el avión, España -y Aernnova- es la experta en esta tecnología, que no tienen ni Francia ni Alemania.

"Tenemos dos fortalezas, nuestro conocimiento del composite, todos los clientes quieren usarlo, y nuestra capacidad de ingeniería, y además, tenemos un gran prestigio", ha resumido.

A Gandasegui no le preocupan los aviones chinos: "tienen un gran potencial y dinero, pero limitaciones de tecnología; se va a tardar bastantes años en que volemos en aviones chinos fuera de su mercado interno, porque pasar las exigencias de seguridad y de certificación no es tan fácil. A cinco o diez años no, a 25, se empezarán a ver".

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