¿Y si tenemos un par de años más de guerra comercial?

Lo que parecía un trámite de varios meses va camino de convertirse en un problema sin solución de corto plazo[…]

Lo que parecía un trámite de varios meses va camino de convertirse en un problema sin solución de corto plazo a la vista, porque el enfrentamiento comercial entre China y Estados Unidos se ha metido en una dinámica muy peligrosa en la que ninguna de las partes está dispuesta a ceder para lograr el acuerdo. 

Poco antes de las navidades pasadas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, lanzaban al mundo un mensaje de esperanza al estrechar sus manos y pactar una tregua que daba margen suficiente para firmar la paz, acompañado de un discurso amable que ahora ha quedado para la galería, porque la dos economías más grandes del mundo parecen estar dispuestas a despedazarse sin piedad. 

Conscientes de que aquí hay mucha tela que cortar, algunos de los bancos más importantes del mundo han comenzado a ajustar sus proyecciones en previsión de que la guerra comercial se convierta en un "new normal", una situación indefinida de enfrentamiento que termine por tumbar la recuperación de la economía global. 

De este modo, vacas sagradas del ecosistema financiero, como Goldman Sachs, JP Morgan o o Nomura, ya comienzan a estudiar escenarios en los que Trump lo da todo e imponer aranceles del 25% sobre productos por valor de 300.000 millones de dólares, lo que significa que prácticamente todos los productos chinos sin excepción estarán gravados.

Por ejemplo, este es el escenario base para los analistas de Nomura, que ven una probabilidad del 65% de que lleguemos a este extremo antes de que acabe el año, y preferentemente en el tercer trimestre. "Tanto Estados Unidos como China parecen estar preparándose para un largo periodo de conflicto comercial", apuntan los expertos del banco japonés.

Es más, estos expertos creen que "las presiones domésticas y las restricciones conducirán a ambas partes a una escalada" y a menos que ocurra un cambio claro en las posturas a medida que se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos, ven un "riesgo creciente de que los aranceles sigan vigentes hasta finales de 2020". Y lazan un mensaje bastante pesimista cuando admiten que "no creemos que las dos partes puedan volver a dónde estaban a finales de abril". 

Los economistas de Goldman Sachs también creen que a menos que haya síntomas claros de progresos en las próximas semanas, el escenario de aranceles pleno rendimiento también será su caso base, aunque aún siguen teniendo confianza en que finalmente se produzca el acuerdo. 

En JP Morgan tampoco andan muy optimistas cuando apuestan por que se mantenga de momento el 'status quo', esto es, que todas las rondas de aranceles aprobadas hasta la fecha por ambos países se mantengan vigentes hasta bien entrado 2020. Sin embargo, aseguran que se toman "muy en serio" un escenario más severo, en el que la dirección sea hacia "una guerra arancelaria en toda regla", con tarifas del 25% sobre los restantes 300.000 millones de importaciones chinas en la segunda mitad de 2019.

Publicidad

El problema, como explican en Link Securities, los inversores están inquietos porque ambas partes no han sido capaces de cerrar una nueva cita para negociar y siguen preparándose "para una larga confrontación comercial". Reveladoras son las últimas declaraciones del presidente chino Xi, instando a su país a prepararse para "tiempos difíciles", que no son un buen síntoma, y así "creemos que lo entienden muchos inversores los cuales, ante este escenario, siguen optando por mantenerse fuera del mercado", añaden estos expertos. 

El hecho de que Donald Trump haya decidido abrir el melón de las empresas apuntando sus misiles hacia una pieza de caza mayor como es Huawei no viene más que a confirmar que las hostilidades han escalado a un estadio superior y desconocido que está desconcertando mucho al mercado. El presidente estadounidense jamás habría dado este paso si tuviera alguna esperanza de cerrar el conflicto a corto plazo, pero sabe que las conversaciones están estancadas y ha optado por una huida hacia delante que ha puesto en fila india a los inversores. 

Las proyecciones más negativas no solo llegan desde los grandes bancos estadounidenses. Un estudio elaborado por el economista Zhang Yansheng, investigador ligado al ejecutivo chino y con experiencia previa en el principal organismo de planificación económica del país, asegura que "ninguna de las demandas estadounidenses se puede satisfacer a corto plazo". Y lo que es peor, este experto considera posible que Estados Unidos y China puedan llegar a estar atrapados en una espiral de "pelear y negociar" hasta 2035.

También te puede interesar

1.- Huawei, del cielo a la tierra en un suspiro

2.- Y tras Huawei...estos son los candidatos chinos a la lista negra de Trump

En portada

Noticias de