Una ceremonia maya recuerda la masacre en la embajada de España en Guatemala

Familiares de las 37 víctimas de la matanza en la embajada de España en Guatemala recordaron hoy con una ceremonia[…]

Familiares de las 37 víctimas de la matanza en la embajada de España en Guatemala recordaron hoy con una ceremonia maya a quienes murieron calcinados en la misión diplomática en 1980.

Los parientes de los fallecidos, en su mayoría campesinos llegados desde diferentes puntos del país, levantaron un improvisado altar frente al lugar donde funcionaba y operaba la embajada española el 31 de enero de 1980, cuando se produjo la masacre.

La ceremonia, que consistió en una ofrenda floral, estuvo organizada por diversos colectivos, entre ellos la Fundación Rigoberta Menchú Tum (FRMT), organismo que dirige la Nobel de la Paz 1992, la dirigente indígena guatemalteca Rigoberta Menchú.

Además de los familiares, participaron en el acto miembros del Comité de Unidad Campesina (CUC), al que pertenecían la mayoría de víctimas de la matanza, entre ellos el padre de la activista indígena, Vicente Menchú.

Los asistentes a la ceremonia portaron mensajes como "Quemaron nuestro tronco, cortaron nuestras ramas, se llevaron nuestros frutos pero no pudieron arrancar nuestras raíces" y leyeron un manifiesto en el que recordaban a los compañeros que "dieron su vida por la búsqueda de la Justicia".

Entre las víctimas mortales de la masacre estaban el exvicepresidente de Guatemala Eduardo Cáceres Lehnhoff y el excanciller Adolfo Molina Orantes, quienes se encontraban de visita en la sección consular.

El cónsul español Jaime Ruíz del Árbol y otros dos españoles, Luis Felipe Sanz y María Teresa Villa, también fallecieron ese día.

El 19 de enero de 2015, un Tribunal guatemalteco condenó a 90 años de prisión al exjefe de un comando de la extinta Policía Nacional (PN) Pedro García, al considerarlo culpable de la masacre.

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Durante el juicio, el Ministerio Público (MP-Fiscalía) demostró que García ordenó que ninguna de las personas que estaban en el interior de la embajada saliera con vida.

Tras conocerse la sentencia, el Gobierno español apoyó que se hubiera impartido justicia y consideró que el fallo unánime del Tribunal contribuía a dignificar la memoria de las víctimas y de sus familiares.

La delegación diplomática española fue ocupada por un grupo de campesinos y estudiantes universitarios para denunciar la represión militar en el departamento noroccidental de Quiché.

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Tras esta ocupación, se produjo la masacre cuando las fuerzas de seguridad del régimen militar de Guatemala que dirigía el general Fernando Romeo Lucas García (1924-2006) asaltaron la legación.

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