Trichet, nos pides un acto de fe

La comparecencia del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ha sido decepcionante. El banquero central europeo, encargado de supervisar la elaboración[…]

La comparecencia del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ha sido decepcionante. El banquero central europeo, encargado de supervisar la elaboración de los test de estrés, ha "saludado" que el Consejo Europeo haya decidido hacer públicos los resultados individualizados con el consentimiento de las entidades. No nos hemos enterado de nada más. Los inversores, que tenían esta mañana toda su atención puesta en la conferencia pública posterior al consejo, tendrán que contentarse con este nimio mensaje. Es decir, hacer todo un acto de fe de que los estudios que está realizando el Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS, por sus siglas en inglés) traerán a los mercados la confianza y la transparencia que hasta ahora las entidades se han cuidado muy mucho de guardar a buen recaudo.

Saber que los resultados serán públicos e individualizados, ¿servirá realmente para que las entidades abran el grifo del interbancario y comience a circular el crédito entre los bancos? ¿Será suficiente hacer una "Lista de Schindler" para que los bancos vuelvan a prestar dinero a las familias y a las empresas? ¿Y los inversores, podrán distinguir los bancos buenos de los bancos malos tras la publicación? Estas tres cuestiones son fundamentales para los mercados. Pero para poder responderlas es necesario conocer qué elementos componen esos escenarios. El problema es que, de momento, todo el proceso se está haciendo en el más absoluto de los secretos sin que se pueda comprobar que los expertos del CEBS y del BCE están haciendo un trabajo riguroso o un paripé a la medida de los bancos y sus Gobiernos.

Trichet, conocedor del proceso, debería haber adelantado algo concreto. Algún elemento nuevo de lo que nos podemos encontrar. Alguna conclusión parcial como hacen cuando anuncian los resultados de las elecciones. Ya sabemos que el rigor en estas cuestiones es fundamental, pero hay que compaginarlo con una actitud práctica, capaz de alumbrar al mercado sobre lo que puede venir. Lo contrario, querer curarse en salud, será recibido por los inversores con el debido "rigor mortis".

En portada

Noticias de