Río de Janeiro recibe un respiro financiero de cara a los Juegos Olímpicos

Río de Janeiro y otros estados de Brasil afligidos por un ingente endeudamiento recibieron hoy un alivio con la decisión[…]

Río de Janeiro y otros estados de Brasil afligidos por un ingente endeudamiento recibieron hoy un alivio con la decisión del presidente interino, Michel Temer, de cancelar el pago de las obligaciones de los gobiernos regionales con el central hasta fin de año.

La decisión fue tomada en el marco de un encuentro para el que Temer convocó a los gobernadores de los 27 estados del país y tuvo un especial significado para Río de Janeiro, que en agosto próximo será sede de los Juegos Olímpicos y el pasado viernes se vio en la obligación de declararse en estado de "calamidad financiera".

Según declaró Temer durante la reunión, tanto en el caso de Río de Janeiro como para los otros estados en problemas, "parece que finalmente se encendió una luz después de un largo invierno".

El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, explicó en una rueda de prensa posterior que, en el caso de Río de Janeiro, habrá algún auxilio adicional, "porque no se puede dejar que esta situación afecte de alguna manera los Juegos Olímpicos".

Meirelles indicó que los otros gobernadores "entendieron que se trata de una situación excepcional en virtud de los Olímpicos" y que "todos se mostraron solidarios con la situación de Río de Janeiro, que claramente demanda una solución específica".

De acuerdo a datos del Ministerio de Hacienda, las deudas de los estados con el Gobierno ascienden a unos 480.000 millones de reales (141.180 millones de dólares) y las regiones con más atrasos en los pagos son, junto con Río de Janeiro, Sao Paulo, Minas Gerais y Río Grande do Sul.

En el caso de Río de Janeiro, la situación ha alcanzado un grado de "extrema gravedad", según las propias autoridades regionales.

Eso se traduce en que, por falta de dinero, el gobierno regional no puede garantizar la conclusión de una nueva línea de metro que llevará al Parque Olímpico ni el pago de horas extras a los policías que garantizarán la seguridad durante el mayor evento deportivo del planeta.

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Según datos oficiales, Río de Janeiro tiene una deuda con el Gobierno federal de 66.000 millones de reales (unos 19.411 millones de dólares) y actualmente le faltan unos 19.000 millones de reales (unos 5.588 millones de dólares) para cumplir sus compromisos para el resto del año.

El estado de Río de Janeiro recibió hoy otra buena noticia, pero de parte del Comité Olímpico Internacional (COI), que ha decidido adelantarle al gobierno regional cerca de 100 millones de reales (unos 28 millones de dólares) para la conclusión de algunas obras vinculadas a los Juegos, que comenzarán el próximo 5 de agosto.

"Sabemos de las dificultades extraordinarias que tienen todos los estados", pero este "acuerdo de emergencia" permitirá comenzar a superar los problemas, sostuvo Temer.

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Meirelles explicó más detalles del acuerdo y destacó que uno de los puntos aceptados será que los estados tendrán el mismo techo de gasto anual que ha propuesto el Gobierno para sus propias cuentas.

Según esa propuesta, que aún debe ser analizada por el Congreso, el gasto anual del Gobierno central no podrá subir en un porcentaje superior al de la inflación registrada el año anterior, una medida que, si aprobada, será extensiva a cada uno de los estados.

Meirelles explicó que las deudas actuales de los estados con el Gobierno central también serán ajustadas a nuevo cronograma, el cual prevé que los pagos serán retomados a partir de enero, aunque las cuotas tendrán un descuento mensual del 5,5 % hasta mediados del 2018.

A partir de entonces, las cuotas de las deudas volverán a pagarse en su totalidad, aunque en los próximos meses se abrirá un proceso de renegociación con el que, según Meirelles, se intentará darle una situación definitiva a esos pasivos.

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