¿Por qué la prensa francesa es tan diferente?

Muchos se han preguntado qué hace a los diarios franceses tan singulares, por qué han evolucionado durante las últimas décadas[…]

Muchos se han preguntado qué hace a los diarios franceses tan singulares, por qué han evolucionado durante las últimas décadas de forma tan diferente al resto de diarios en otros países. Pues bien, su historia reciente lo explica en buena medida.

Antes de la Segunda Guerra Mundial los propietarios eran hombres políticos con una ideología a la que en buena medida servían los diarios que, recordemos, en aquellos años constituían la principal fuerte de información. Por ese mismo carácter instrumental, la prensa no resistió muy bien la invasión alemana y rápidamente "se acostó con el enemigo" (términos recientemente mencionados por el presidente de un diario francés) de 1940 a 1945, con diferentes matices en cada zona y cada medio. Con el florecer posterior de las redes de resistencia, los periódicos operaron en posiciones ideológicas más ambiguas. Aún antes de la liberación algunos diarios fueron tomados por las armas y pasaron a manos de hombres políticos o jefes de la resistencia que albergaban unos objetivos políticos que transmitían a sus medios.

Cuando los diarios se intentaron relanzar tras la Liberación en 1944, los hombres que habían estado activos en la Resistencia, comunistas y socialistas en buena medida, se sentían con un cierto derecho preferencial y ansiaban tomar el poder, por lo que los instrumentalizaron. Si sus políticas y objetivos eran frecuentemente compartidos por los trabajadores, la productividad no constituía una prioridad y se dejó el campo libre a la introducción en profundidad de los sindicatos. En medio de una fuerte expansión económica, crecían las cifras de difusión y se enmascaraban los problemas empresariales.

Los diarios franceses retrasaron el paso del plomo a la película y a la informática. A inicios de los años 80 ya surgían por el mundo los primeros programas informáticos para gestionar la pre impresión de los diarios, pero en Francia todavía en 2008 quedan algunos que lo hacen manualmente, por lo menos en parte, por la presión de los sindicatos, especialmente fuertes en pre prensa (talleres) y en rotativas.

Los combatientes de la Resistencia compartían objetivos y complicidad con los dueños de la prensa pero cuando se jubilaron, sus sustitutos se centraron en mantener y conseguir nuevos derechos. Los hijos de los resistentes se colocaron en los diarios y todavía hoy los hijos de éstos se siguen colocando, lo que pone obstáculos a la contratación de los mejores.

Los sucesivos apoyos del Estado francés han disimulado los problemas que albergaba la prensa y posponiendo las soluciones: reducción del IVA, exoneración de impuestos por el 60% de los resultados, exención de la "taxe professionelle", Plan de Modernización Social que permite la jubilación a los 55 años con el 90% del salario bruto.... Las ayudas ahora empiezan a ser más difíciles y los grupos de prensa son conscientes de que la solución a los problemas vendrá de arreglar los problemas internos. La huelga de Le Monde no ha sido un fenómeno aislado; tras algunos años de tranquilidad, en un periodo de doce meses 28 redacciones han recurrido a la huelga, lo que da una idea de la acumulación de presiones. Otro factor que muestra que algo está cambiando en Francia es el proceso de compras y concentraciones que ha tenido lugar los últimos dos años y en el que han participado los grandes jugadores (EBRA, SIPA-Ouest France, Groupe Hersant Media, Sud Ouest...).

Nadie duda que las cosas se estén moviendo. La pregunta que todos nos hacemos es si realmente veremos cambios en la gestión de las empresas o simplemente movimientos accionariales. Por el bien de ese maravilloso país con el que todos estamos en deuda desde su Revolución de 1789, confiemos en que, aunque tarde, la prensa se esté enfrentando con realismo a su futuro. Le hace falta y no le sobra el tiempo. En la lista de Nielsen NetRatings de marzo 2008 sólo un grupo de prensa se posicionaba entre los 50 mayores jugadores en internet (¡y estaba en el puesto 36!). Sirva de comparación que en España hay tres entre los diez primeros. Courage nos amis!

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