¿Por qué en las demás economías nadie pide un pacto de Estado?

¿Por qué España necesita un pacto de Estado para salir de la crisis económica y en los demás países nadie habla del tema? Todo el mundo anda a vueltas estos días con el pacto de Estado. Bueno, todos menos el PSOE y el PP. Lo ha pedido el Rey, CiU, la CECA y lo piden en silencio un montón de españoles...

No ven otra salida para poner en marcha las reformas que tanto tiempo llevan pidiendo organismos internacionales como el FMI, la Comisión Europea o los departamentos de estudios de prestigiosas instituciones internacionales. ¿Quién le pone el cascabel al gato de la reforma laboral, de la reforma de las pensiones en España? Parece que no hay más remedio que hacerlo a la manera de "Fuenteovejuna": todos los partidos políticos "a una".

Sin embargo, resulta curioso que en los demás países de nuestro entorno ningún medio, ninguna institución, ningún partido político esté clamando la necesidad de un pacto de Estado. No es que la situación económica de Alemania, la de Francia o la de Estados Unidos sea mucho mejor que la nuestra. Estamos peor que ellos, cierto, pero tampoco la coyuntura de estas grandes economías es como para tirar cohetes. El alarmante "default" griego puede llevarse por delante a la banca gala y alemana, los mayores tenedores de deuda pública helena. Estados Unidos todavía tiene pendiente la reforma de las instituciones financieras... para que no se vuelvan a repetir los desmanes de los "neocom".

Todos son temas de suma importancia que merecen, como los problemas de la economía española (paro, burbuja inmobiliaria, quiebras de empresas), un consenso entre las principales fuerzas políticas. Entonces, ¿por qué nadie pide un pacto de Estado en estas plazas? ¿Cómo lo consiguen?

Pues porque, de hecho, ya lo han realizado. No ejercen el acoso y derribo al enemigo político en temas de interés nacional y, principalmente, en los económicos. Obama confirmó al republicano Bernanke al frente de la Reserva Federal (Fed). Sarkozy gobierna desde que llegó al Eliseo con ministros socialistas (pese a que el PS de Ségolène Royal salió muy tocado de las elecciones). Merkel y Berlusconi no tienen más remedio que gobernar en coalición. No necesitan una mesa institucional para negociar las grandes reformas.

En España uno de los escasos ejemplos de pacto político entre PP y PSOE lo tenemos en Euskadi. Pero no fue por motivos de interés general. Fue para derribar al perpetuado PNV. En el resto de los casos (CGPJ, Tribunal Constitucional, por poner dos ejemplos) se utilizan los problemas para desgastar al enemigo, sin tener en cuenta los perjuicios que se hace a la nación.