Pequeños ahorradores, futuros inversores

La pasada crisis puso de manifiesto la escasa educación financiera de los ciudadanos, que desencadenó un sobreendeudamiento, mínima capacidad de[…]

La pasada crisis puso de manifiesto la escasa educación financiera de los ciudadanos, que desencadenó un sobreendeudamiento, mínima capacidad de ahorro y malas decisiones de inversión. Para evitar que se repitan errores del pasado, tanto la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como el Banco de España han puesto en marcha un programa de educación financiera para explicar conceptos básicos en las aulas de los colegios. Elisabet Ruiz-Dotras, profesora de Estudios de Economía y Empresa de la UOC, reitera que «una mejor educación financiera permite mejorar el control del crédito y ayudar a equilibrar los gastos y los ingresos». De la misma opinión es Javier Mezcua, experto en finanzas personales de HelpMyCash, quien señala que «cuanta mayor educación financiera nos proporcionen de pequeños, más preparados estaremos al entrar en la edad adulta para gestionar nuestro dinero de manera responsable y administrarnos correctamente». No obstante, los padres siguen desempeñando una labor muy activa «a la hora de aprender a manejar las finanzas y ganar conciencia sobre la importancia del ahorro», señala segunda edición del estudio VOICES elaborado por AXA IM. De esta manera son los progenitores los que se están encargando de enseñarles habilidades de gestión del dinero y ayudarles a ahorrar de cara al futuro. Los niños, por su parte, valoran estas enseñanzas y ya han comenzado a ahorrar con dos fines muy diferentes: el primero, para aprender acerca del dinero (el 60 por ciento), pero también para poder pagarse pequeños caprichos (el 50 por ciento).

De esta manera se está formando una pequeña generación de ahorradores ya que, según el informe de AXA IM, con una muestra de 120 niños con edades comprendidas entre los 8 y 15 años, el 80 por ciento cree que ahorrar no sólo es algo bueno sino también lo correcto. De hecho, el 66 por ciento tiene una cuenta de ahorro bancaria. Según Beatriz Barros de Lis, directora general de AXA IM en España, «los datos son optimistas, reflejan que los niños están comprometidos financieramente». De media, un niño recibe semanalmente 11,40 euros de paga, siendo la cuenta de ahorro y la hucha las dos formas preferidas para ahorrar. Están tan concienciados con la necesidad de ahorrar, que los pequeños de hoy en día comprueban periódicamente cuánto dinero disponen: el 43 por ciento lo hace de manera manual, contando el efectivo por sí mismos, mientras que los más mayores, con acceso a la tecnología, lo hacen a través de estos medios: el 18 por ciento a través de la banca electrónica, el 12 por ciento emplea su banca móvil y otro 12 por ciento acude al cajero automático para ello.

Pequeños inversores

La nueva generación también entienden la importancia de la inversión y de la posibilidad de obtener un rendimiento mayor si son capaces de esperar: «Cuando se les preguntó si preferían tener dos euros dentro de tres semanas a un euro hoy, el 62 por ciento contestó que prefería lo primero», lo que puede ser una gran ventaja, según Barros de Lis puesto que «están desarrollando una conciencia de entender la importancia del largo plazo que bien canalizada podría convertirles en potenciales inversores en el futuro». 

¿Y cómo serán como futuros inversores? Todo parece indicar que tendrán una conciencia socialmente responsable. Como ejemplo, cuando se les preguntó en qué invertirían si pudieran, el 35 por ciento de los niños entrevistados dijo que ellos pondrían su dinero en algo que curara las enfermedades, pero sin perder de vista la idea de generar retornos. En opinión de Barros de Lis, «sin duda esta conciencia de responsabilidad de los niños españoles apunta a que el día de mañana, de convertirse en inversores, podrían decantarse por inversión socialmente responsable».

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