Nuevo primer ministro argelino dice que la prioridad es el cambio de modelo

El nuevo primer ministro argelino, Abdelmayid Tebbún, reveló hoy que la prioridad de su gobierno será proseguir con el "necesario[…]

El nuevo primer ministro argelino, Abdelmayid Tebbún, reveló hoy que la prioridad de su gobierno será proseguir con el "necesario y urgente" cambio de modelo económico nacional para reducir así la dependencia casi absoluta del sector de los hidrocarburos.

El objetivo es "reconvertir la economía nacional para alejarla de la inestabilidad de los precios del petróleo con la ayuda del sector privado y estatal", declaró Tebbun a la televisión estatal tras la ceremonia oficial de traspaso de poderes.

En este sentido, el nuevo jefe del Gobierno argelino insistió en que la idea es trabajar sobre el plan que comenzó a diseñar su predecesor, Abdelmalek Sellal, y que sigue las prioridades marcadas por el presidente, Abdelaziz Buteflika.

Es decir, erradicación total de la crisis de la vivienda, el fin de las chabolas, la finalización de su programa de educación y salud además de la reforma del sector energético, con una puesta por la producción propia de productos refinados la introducción de energía renovable, especialmente solar.

Argelia está sumida en una aguda crisis económica desde que en 2014 se produjera un abrupto desplome de los precios del petróleo y el gas, las dos únicas riquezas que explota y que suponen el 97 por ciento de sus exportaciones totales.

En un intento por mantener vivo un sistema de orientación socialista y cimentado en las subvenciones estatales y la burocracia, en el que el estado es el primer empleador, el Gobierno de Argelia ha recurrido a las reservas de divisas, que en apenas tres años ha caído desde los 178.000 millones de dólares a los actuales 109.000 millones.

Tebbun fue nombrado el miércoles nuevo primer ministro en el marco de una ambiciosa remodelación del gobierno impulsada por el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, tras las elecciones legislativas del pasado 4 de mayo.

El mandatario no pudo, sin embargo, convencer a la principal alianza de partidos islamistas autorizados de que se sumara al Gobierno tras sus buenos resultados de las elecciones de mayo, en las que se mantuvieron como tercera fuerza parlamentaria.

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