Mulet promoverá medidas que "ayuden a superar" el "ridículo" del aeropuerto

El senador de Compromís Carles Mulet ha visitado hoy las instalaciones del aeropuerto de Castellón y aunque ha reiterado su postura crítica con la infraestructura se ha comprometido a promover, desde la Cámara alta, "medidas que ayuden a superar el ridículo y el descrédito" del aeródromo.

Mulet, según un comunicado de Compromís, ha visitado el aeropuerto invitado por el director de la empresa pública Aerocas, Joan Serafí Bernat, el cual le ha mostrado "todos los rincones" de la infraestructura y le ha expuesto los principales problemas y retos que ha asumido al aceptar este nombramiento.

El senador ha reiterado su crítica hacia el proyecto y ha valorado el gesto del director general de Aerocas por dar a conocer por dentro las instalaciones.

Se ha comprometido en utilizar las funciones que desde el Senado se pueden hacer, en cuanto a solicitar documentación a las administraciones del Estado, o instar a tomar medidas concretas que "ayuden a superar el ridículo y descrédito hacia la imagen turística de Castellón en la que se ha convertido el aeropuerto".

Carles Mulet ha sido una de las voces más críticas hacia los "despropósitos" que se concentraron en torno este proyecto.

"Hoy, un aeropuerto vacío completamente y sabiendo que el resto de la semana se recibirán como mucho tres vuelos, y como mucho cuando se reanuden los vuelos a Bristol estemos hablando de cinco vuelos semanales, corrobora que las cosas no se han hecho bien, ya que un aeropuerto no es viable en estas condiciones", ha dicho.

El senador de Compromís ha recordado que sólo en las obras se han gastado cerca de 200 millones de euros, además "del dinero malgastado en publicidad y promoción cuando aún estaba en obras o en proyecto la infraestructura, en asesorías, contratos abusivos, batallas judiciales, patrocinios y en lo que no se sabe".

"Además la gestión privada dada a Lavalin costará 25 millones de euros adicionales que estaremos pagando seis años más", ha agregado.

"Estamos hablando de un sinsentido, de un proyecto sin justificación económica previa, con una ubicación elegida arbitrariamente que sólo respondía a intereses personales, con un diseño y planteamiento erróneos", ha dicho.

Para Mulet, el reto que tiene ahora la Generalitat es poder hacer números "sin prejuicios" y ha añadido que es necesario "poner en una balanza lo que ha costado hasta ahora y lo que cuesta día a día y, en la otra, el supuesto retorno y beneficio que puede generar tener en marcha estas instalaciones a corto, medio y largo plazo".

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