Merkel tiene razón: ¡Eurobonos ahora, no!

Las críticas a la canciller alemana Angela Merkel se han convertido en un lugar común. No es porque no se[…]

Las críticas a la canciller alemana Angela Merkel se han convertido en un lugar común. No es porque no se lo tenga merecido: la torpeza le ha acompañado durante la gestión de toda la crisis y, quizás, como el Fondo Monetario Internacional, dentro de unos años, tendrá que reconocer los errores y obsesiones en pro de la austeridad y anti-inflacionistas que llevaron a Europa a un largo periodo de parón económico y, eso, siendo muy optimistas. Si todo ello lo ha hecho por cálculo electoral, le ha salido muy mal la jugada, puesto que ha ido perdiendo cada lander en el que ha habido comicios al menos en los últimos doce meses. Y veremos en 2013 qué réditos electorales se cobra cuando se juegue su propia reelección. Ella junto a una Casa Blanca republicana puede acabar con el mundo tal como lo conocemos en un pispás.

Pero que no nos cieguen las críticas. Porque Angela Merkel, de vez en cuando, también dice cosas sensatas. Por ejemplo, lo de que la emisión de eurobonos ahora mismo no ayudaría en nada. "Quien pida su emisión para hacer frente a la crisis de la deuda europea es porque no ha entendido la crisis", acaba de decir la canciller alemana esta mañana. Posiblemente, Merkel lo diga por puro egoísmo, porque al país que más perjudicaría que Europa en su conjunto se financiara con esta deuda mancomunada sería a Alemania: sus costes de financiación subirían. Aunque, en realidad, ese no es el mayor problema, dado que, como propone el analista financiero Juan Ignacio Crespo, en sus primeros momentos de andadura, se podrían repartir los costes entre los socios en función de cuáles fueran sus números.

Pero detrás de este miedo, de esta oposición de Angela Merkel a este novedoso instrumento financiero hay un temor de más alcance al mero incremento de los costes de financiación de su país.

El otro día, Markus Krall, que trabaja en la consultora Roland Berger que, a su vez, está inmersa en el diseño de una nueva agencia de rating en Europa, realizaba la siguiente reflexión: en este momento, ya circulan en el mercado emisiones del "ensayo general" del eurobono, es decir, del fondo de estabilidad financiera, del EFSF. Y no con mucho éxito, dado que, en momentos de tensión, tuvo que reducir sus objetivos en una colocación, e incluso suspender una subasta. Además, su prima de riesgo sobre Alemania llegó a superar, y con mucho, los 100 puntos básicos, lo que implica que los inversores no lo consideran que sea un activo libre de riesgo. Los bonos del EFSF ya están siendo "atacados" en el mercado. Por eso, ¿qué nos garantizaría que los eurobonos no fueran igualmente castigados por los inversores, no fueran víctima de la fuga de capitales que sufre todo activo denominado en euros?

Posiblemente, ni siquiera tranquilice a los mercados la emisión de eurobonos después de una integración fiscal a la alemana, es decir, con grandes dosis de austeridad desde ya, justo en un momento en que la recaída en recesión está a la vuelta de la esquina. Los acreedores tampoco se fiarían de una Europa empecinada en unas políticas que la llevarán a que esa recaída sea de doble dimensión.

Por eso, a corto plazo, mejor, políticas de reactivación mancomunadas en Europa: que gasten y luchen por la reactivación de la economía los países que pueden hacerlo en solidaridad con los que no pueden permitírselo. Y, a continuación, compromisos de control del déficit con vistas al medio y al largo plazo. Entonces, cuando haya una verdadera unión fiscal en Europa, podría ser posible la creación de un Tesoro y de una agencia única de deuda.

Por el momento, el único bombero con munición ilimitada para hacer frente a este incendio es el Banco Central Europeo. Por eso, en esto, la ortodoxia de Angela Merkel está completamente equivocada.

En portada

Noticias de