Los puntos flojos de Trichet

Los tipos están en niveles aceptables y nada indica que deban cambiar en los próximos meses. Con estas palabras, Jean[…]

Los tipos están en niveles aceptables y nada indica que deban cambiar en los próximos meses. Con estas palabras, Jean Claude Trichet, presidente del BCE, hacía buenas las previsiones de los analistas que apostaron por un mantenimiento de los tipos de interés directores de la zona euro. El mensaje es tranquilizador, tanto más cuanto en los mentideros del G-20 y del Ecofin se había especulado con la necesidad de poner fin a las políticas de reactivación. También la noticia es buena para aquellos miembros de la Unión que más negra tienen una salida de la crisis, como España, Irlanda o Grecia

Un encarecimiento de los tipos antes de que las economías más débiles se recuperen puede poner contra los cuerdas a las familias (ahogadas por perversas hipotecas referenciadas al euríbor) y a las empresas (que tendrán que pagar más cara la refinanciación de sus deudas o los escasos proyectos que se pueden emprender) de esos países. Pero también, a sus Gobiernos. Irlanda y Grecia están en el filo de la bancarrota, y algún otro, según los más sesudos analistas también. Una suspensión de pagos de un Estado de la Unión Europea puede dar al traste con la recuperación de toda la zona.

Por eso fomentar el crecimiento con la política monetaria debería ser una de las prioridades del presidente del BCE. Y esto lo tiene fácil: rebajar los tipos (todavía hay margen para cuatro bajadas de 0,25 puntos) y quitar, de esta manera, presión en el cambio del euro. Algo que favorecería las exportaciones de grandes y medianos. Es difícil de entender que el presidente Trichet se muestre preocupado por el cambio dólar-euro y, sin embargo, mantenga un diferencial de 75 a 100 básicos con los tipos de Estados Unidos.

Si el FMI prevé que Estados Unidos sea una de las economías que antes saldrá de la crisis, junto a China e India, ¿por qué el dólar está a 0,68 euros? Si Europa es de los más rezagados saldrán de la crisis y dejará paso, como motores de la economía mundial, a emergentes como China, India y Brasil, ¿por qué el euro está a 1,46 dólares?

Por sus tipos, señor Trichet, por culpa de sus tipos. Es obvio y, además, ya son muchos los que se lo están diciendo. Muchos y muy gordos, como el FMI o la OCDE, ya no saben cómo decirle que deje de mirar la inflación y busque la forma de incentivar el crecimiento. Es hora de que dejemos de ir a contra corriente en materia de tipos.

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