Los bancos se han llevado la "parte del león"

Zapatero ha esperado a la recomendación de la Unión Europea para anunciar sus medidas anticrisis. Esta vez económicas, no financieras. No hay mucho margen para actuar. Como bien ha comenzado a explicar en su discurso en el Congreso, el plan de apoyo (que no de rescate, en La Moncloa no gusta este término) a bancos y cajas se ha llevado algo más que la "parte del león".

Las pymes van a recibir créditos para pagar el circulante y aplazamientos de pago en los principales de los préstamos en curso. En total, 19.000 millones que suponen, ha anunciado vehemente el presidente, el Plan del ICO más ambicioso de su historia. Los otros dos ejes de medidas (para fomentar el empleo y para aliviar las dificultades de las familias en afrontar los pagos de las hipotecas) supondrán volúmenes de inversión o gasto público similares. La inversión en obra pública tendrá un importe de 11.000 millones de euros. Los ayuntamientos dispondrán de 8.000 millones de euros para infraestructura urbana.

¿Qué representan estas cifras, que sumadas todas juntas apenas llegan a 60.000 millones, frente a los más de 250.000 millones que se van a destinar al sector financiero durante 2008 y 2009? Pues bien poco. Es cierto que queda poco margen para tomar medidas fiscales que sean capaces de atraer el consumo y la inversión. Es cierto que no se debe agotar la vía del déficit público demasiado rápidamente. Ya estamos cerca del 3% permitido por Bruselas.

Pero no deja de chocar que las ayudas a reactivar la economía sean tan nimias comparadas con las de los bancos y cajas. Quizá, no hay otra salida. En la Unión Europea ha pasado lo mismo. Bruselas destinará apenas 200.000 millones al mismo fin, frente a los más de 600.000 millones que han gastado o comprometido los Gobiernos a salvar a las entidades financieras nacionales. La salida del túnel parece, ahora, un poco más lejana que el horizonte temporal de 2009. El Gobierno tendrá que seguir buscando nuevos planes en el próximo año.