Llegó el día clave del BCE: ¿Qué podemos esperar de la reunión?

Los expertos creen que las medidas no serán del todo revolucionarias 

Tras el parón del verano, donde los analistas y mercados han comenzado a hacer elucubraciones sobre las medidas que podría llevar a cabo el septiembre el Banco Central Europeo (BCE), ha llegado el señalado día. El consenso del mercado espera una nueva relajación de la política monetaria.

Paul Diggle, economista de Aberdeen Standard Investments, recuerda que es la penúltima de Mario Draghi como presidente de la institución, y en ella espera que el organismo "suavice su política monetaria", pero ero cuanto al tamaño y la composición del paquete de medidas de flexibilización siguen siendo objeto de debate.

Diggle anticipa que Draghi podría ser capaz de arrasar con una nueva gran sorpresa dovish que podría incluir un recorte de los tipos de 20 puntos básicos, la promesa de que los tipos se mantendrán bajos por más tiempo y el reinicio del programa de compra de activos (QE). Esta es la clase de big bang flexibilizador que el mercado acogería en medio de una baja inflación crónica, una recesión de manufacturas y una guerra comercial en aumento.

Por su parte, Frank Dixmiler, de Allianz Global Investor, cree que el consenso del mercado apuesta por una "caída de 10 puntos básicos en los tipos para depósitos; la introducción de un servicio de depósito de varios niveles (que gravaría el exceso de reservas de los bancos por encima de un umbral específico para cada institución); y una orientación más estricta hacia el futuro, con el compromiso explícito de que los tipos clave seguirán siendo bajos durante mucho tiempo".

Sin embargo, cree que poco probable que el BCE anuncie el relanzamiento de su programa de compra de bonos en esta etapa. Los comentarios recientes de los miembros del banco central indican que no hay consenso sobre si es deseable una nueva ronda de flexibilización cuantitativa (QE por sus siglas en inglés), incluso si la opción permanece sobre la mesa. Además, el BCE probablemente quiera mantener cierto margen de maniobra para hacer frente a un deterioro más pronunciado del entorno económico y político, y para poner a disposición de su próximo presidente una herramienta útil. Por último, el BCE puede estar tratando de recuperar cierta libertad de los mercados, cuyas expectativas son tan altas que corren el riesgo de mantener a los bancos centrales como rehenes.

Desde PIMCO apuestan también por un recorte adicional de 10 puntos básicos en la tasa de facilidad de depósito, pero advierte de que la "política monetaria está agotada y perdiendo su efectividad". Sus expertos recalcan que "nuevos recortes por debajo de la línea del 0% podrían poner en peligro la estabilidad del sistema financiero". PIMCO pronostica que este jueves, el BCE aplicará un nuevo recorte de 10 puntos básicos en la facilidad de depósito, dejándola al -0,5%, si bien aplicará alguna medida de tiering, mantendrá sin cambios los tipos de interés al 0% y realizará compras de activos por un importe neto de 30.000 millones de euros al mes durante un periodo de seis a nueve meses. PIMCO advierte de que "es probable que el BCE actúe más lentamente de lo esperado por el mercado en cuanto a realizar más recortes" de tipos, a la espera de la evolución general de la economía y de comprobar la eficacia y las consecuencias de sus medidas.

En cualquier caso, la visión general es que la política monetaria no puede hacer mucho para contrarrestar la ralentización del crecimiento en Europa y en el resto del mundo. Es necesaria una relajación concertada de la política fiscal. Parece que todavía no hay consenso en Europa para seguir por ese camino, pero al menos los alemanes han estado hablando más abiertamente sobre esta posibilidad en las últimas semanas. 

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