Líder de regiones UE pide mantener política de cohesión a países como España

El presidente del Comité Europeo de las Regiones (CdR), Karl-Heinz Lambertz, pidió hoy que la política de cohesión comunitaria siga llegando a todas las regiones de la Unión Europea (UE) más allá de 2020, incluso a la de los países más desarrollados como España y que podrían sufrir recortes en esa asignación.

El presidente del CdR, organismo que representa a todas las regiones y entes locales europeos, abordó en una entrevista con Efe el futuro de la política de cohesión, una partida fundamental para el desarrollo de las regiones de la UE que podría enfrentar una reducción de 2020 en adelante.

Esta cuantía, equivalente a un tercio del presupuesto europeo, podría ser uno de los más damnificados por el agujero que dejará el "brexit" -la salida del Reino Unido de la Unión para marzo de 2019- en las cuentas comunitarias y por la llegada de nuevas prioridades de financiación, como una estrategia de defensa europea o nuevas iniciativas para gestionar los flujos migratorios.

Ante la perspectiva de una posible reducción en estos fondos, Lambertz pidió que, aún con un presupuesto más austero, todas las regiones continúen teniendo acceso a ellos independientemente de su nivel de desarrollo, que Bruselas mide empleando el producto interior bruto (PIB) per cápita en relación a la media europea.

Para el período 2014-2020, la UE asignó 351.800 millones de euros a la política de cohesión, que comprende los siguientes fondos: de desarrollo regional (FEDER), social europeo (FSE) y de cohesión (FC) propiamente dichos.

A España no le corresponden ya fondos de cohesión, pero sí del FEDER (19.410 millones) y del FSE (7.590 millones), que suman un total de 27.000 millones de euros, que podrían desvanecerse de acuerdo a los planes que maneja Bruselas.

Según un documento interno de la Comisión Europea (CE) al que tuvo acceso Efe, se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que, con un recorte del 30 % en esta partida, sólo reciban fondos de la política de cohesión los países considerados menos desarrollados, que bajo los criterios actuales serían las naciones del Este, Grecia y Portugal.

Esta perspectiva es "completamente incompatible" con la visión del líder de las regiones europeas.

"Queremos una política de cohesión de la que todo el mundo forme parte, incluso si no disponemos de la misma cantidad de dinero", afirmó Lambertz, que agregó que cohesión "significa mantenerse unidos", e instó a que las regiones más desarrolladas sigan formando parte de estos fondos, como hasta ahora.

Para el presidente del CdR, aunque las partidas del presupuesto sufran modificaciones, "es fundamental que cambien respetando nuestros principios fundamentales y (que haya) una política de cohesión de la que todo el mundo forme parte", ya que si sólo se destina a "pequeñas partes de Europa" no contribuirá a la cohesión comunitaria.

Así, llamó a encontrar "soluciones inteligentes" para continuar siendo efectivos con menos presupuesto, ya que, recordó, las inversiones bajo esta política tienen repercusiones positivas incluso en Estados miembros que son contribuyentes netos.

"Debemos permanecer juntos, aceptar que habrá que hacer diferenciaciones. Es evidente que las regiones más pobres necesitan la parte más sustancial, pero también es interesante ir hacia una cooperación mayor entre las regiones", subrayó el presidente del CdR.

La incógnita de qué partidas sufrirán reducciones en su presupuesto empezará a resolverse en mayo de 2018, cuando la CE presente su propuesta para el próximo marco financiero plurianual (2021-2027) y se ponga en marcha un maratón de negociaciones entre las instituciones.

Preguntado por el impacto de este tipo de recortes ante un sentimiento euroescéptico al alza, Lambertz enmarcó el debate sobre la política de cohesión en el del futuro de la UE, y subrayó el valor de la solidaridad en la evolución europea.

"Es nuestro trabajo llevar más argumentos a la mesa sobre por qué una política de cohesión inteligente, en la que todo el mundo contribuye con sus posibilidades y en el contexto de su propia situación, es realmente un valor añadido para Europa en su conjunto y una condición para sobrevivir en las próximas décadas en un mundo cambiante", concluyó.