La inflación de Brasil se situó en octubre en el 0,45 %

Brasil registró en octubre pasado una inflación del 0,45 %, el mayor índice para ese mes desde 2015, cuando había sido del 0,82 %, informó hoy el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

De acuerdo con la entidad, la inflación acumulada en los primeros diez meses del año se situó en el 3,81 %, por encima del índice registrado entre enero y octubre del año pasado (2,21 %).

Asimismo, la variación interanual subió al 4,56 %, tras haber registrado en los 12 meses inmediatamente anteriores un 4,53 %, y supera la meta que se impuso el Gobierno para este año, que es del 4,50 %, con una tolerancia de dos puntos porcentuales.

Aunque la inflación de octubre tuvo una ligera desaceleración con relación a septiembre (0,48 %), fue impulsada por el incremento de los precios de algunos productos de la canasta básica, de los combustibles y los pasajes aéreos.

Según la IBGE, tanto el sector de alimentos y bebidas (0,59 %) como el de transportes (0,92 %) fueron responsables del 71 % de la presión inflacionaria en octubre.

El alza en el sector de los alimentos estuvo impulsada por productos de la canasta básica como el tomate, la papa, el pollo y las carnes, mientras que en el de transportes los incrementos se dieron en los combustibles y en los pasajes aéreos.

"La alimentación subió, como por ejemplo el tomate, que tuvo un alza del 51,27 %, y los transportes vinieron con alza, aún con la desaceleración en relación con septiembre. Solo los combustibles, con el 2,44 %, representaron casi un tercio del índice de ese mes", señaló Fernando Gonçalves, funcionario del IBGE, citado en un comunicado.

Un centenar de economistas del mercado financiero consultados la semana pasada por el Banco Central proyectaron para este año una inflación del 4,40 %.

De cumplirse esa previsión, la tasa de 2018 será muy superior a la de 2017, cuando la subida del índice de precios se limitó al 2,95 %, su menor nivel desde 1998 (1,65 %).

La inflación en Brasil cayó gradualmente tras haber alcanzado un 10,67 % en 2015 (su mayor nivel desde 2002) y un 6,29 % en 2016, en parte por la profunda recesión que el país vivió en esos dos años, cuando el PIB tuvo caídas anuales del 3,5 % como consecuencia de la reducción del consumo y del poder de compra de los brasileños.