La ida y vuelta de MAFO

Por fin alguna buena noticia. El petróleo se toma un respiro, detienen a más de 400 ejecutivos relacionados con las «hipotecas basura» en Estados Unidos (algunos de ellos se habían cruzado correos electrónicos en los que reconocían que el montaje «subprime» sería una ruina)... y hasta Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO, para el ambiente económico) pide estímulos para los sistemas privados de pensiones. Lo hace desde su atalaya de gobernador del Banco de España, en uno de sus cada vez más frecuentes toques de atención a la política económica del Gobierno. Es una buena noticia que ahora pida incentivos y facilidades para el sistema privado de pensiones, cuando fue él mismo -en su anterior cargo de secretario de Estado de Hacienda en el primer ejecutivo de Zapatero- quien impulsó retirar las ventajas fiscales a los planes de pensiones que se reembolsaran en forma de capital. Lo peor de la medida no era sólo disminuir las ventajas de los planes (siguen teniendo algunas, como el ahorro fiscal al hacer la aportación), sino transmitir la idea de que unos productos diseñados para el ahorro a largo plazo, con el objetivo de complementar la jubilación, estaban sometidos a caprichosas decisiones fiscales a corto plazo. No puedes pedirle a los ciudadanos que ahorren durante 20 ó 30 años y retocarles cuando te apetece la fiscalidad del producto.

Si un país necesita sistemas privados de pensiones, es el nuestro, donde la pirámide de población y la amenazante sequía en el sistema público nos lleva a una conclusión clara: quienes se jubilen dentro de algunos años (no muchos) van a recibir bien poco en forma de pensión pública. Así que, gracias, MAFO, por rectificar. Ahora falta que el Gobierno, como la otra vez, te haga caso.